Estados Unidos es la primera nación a nivel mundial que más consume refrescos. Gran parte de la población norteamericana tiene como hábito incluirlos en su dieta y hay quienes además los utiliza para hidratarse, ya sea para contrarrestar los efectos del calor o, peor aún, después de realizar alguna actividad física.

Sin embargo, la mayoría desconoce los efectos nocivos que tales bebidas ocasionan en diversos órganos del cuerpo, a causa de sus elevadas cantidades de azúcar y compuestos químicos.

Consumir moderadamente azúcar no es dañino, pero esta sustancia afecta nuestra salud cuando se ingiere de manera abundante respecto a los requerimientos diarios de calorías del cuerpo.

Algunas razones por las que debe disminuirse el consumo de refrescos son:

1. Poseen ácido fosfórico, el cual provoca que la correcta absorción del calcio en nuestros huesos se vea disminuida. Esto aumenta el riesgo de descalcificación, ocasionando huesos débiles (osteoporosis); incrementa también las posibilidades de sufrir fracturas y debilita los dientes.

2. Estimulan la formación de piedras en los riñones (litiasis renal).

3. Incrementan la posibilidad de sufrir caries debido a su elevado contenido de azúcar.

4. Contienen además altas cantidades de compuestos químicos que en conjunto nos pueden producir problemas digestivos como gastritis y colitis.

5. Influyen en el aumento de peso (sobrepeso u obesidad) y en desarrollar diabetes tipo 2.

6. Contienen cafeína y colorantes artificiales que pueden alterar la función cerebral y el sistema nervioso, provocando hiperactividad, nerviosismo e insomnio.

7. Usan saborizantes artificiales, entre ellos el formaldehido, que produce cáncer (sustancia carcinógena).

8. Contienen sodio, que en exceso puede ocasionarnos hipertensión arterial.

Es preferible que tomes refrescos sólo en situaciones especiales, como algún evento social, y evitemos consumirlos diariamente. Opta por bebidas naturales, como el agua simple o algún jugo natural de fruta, si es que deseas una bebida dulce, sin sustancias artificiales que afecten tu cuerpo.

Para los chicos, mejor agua natural

En general, se recomienda una dieta que disminuya el consumo de productos procesados, y además hacer ejercicio o caminar, por lo menos 30 minutos diariamente.

Es importante crear el hábito de una alimentación sana en los niños para así evitar que al crecer, o en la misma niñez, presenten enfermedades que dañen su salud y por lo tanto su calidad de vida.