Al menos 3.550 personas han muerto y centenares han resultado heridas en Siria desde el inicio hace hoy un año de los bombardeos de la coalición internacional liderada por EEUU contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), según los datos recopilados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

De esos fallecidos, al menos 225 eran civiles sirios, entre ellos 65 menores de edad y 40 mujeres, que perdieron la vida por los ataques de la coalición en distintas provincias del norte de Siria.

El mayor número de víctimas civiles se registró entre los pasados 30 de abril y 1 de mayo en la población de Bir Mahali, en el norte de Alepo, donde al menos 64 ciudadanos perecieron en una operación de la alianza internacional.

El EI, por su parte, sufrió al menos 3.178 bajas, la mayoría de combatientes extranjeros, por los bombardeos contra sus cuarteles y concentraciones de sus miembros en las provincias de Hama y Homs, en el centro; y de Al Hasaka, Al Raqa y Deir al Zur, en el noreste.

En esos ataques murieron algunos de sus dirigentes, entre ellos Abu Osama al Iraquí y Amer al Rafidan.

Al Iraquí era el «gobernador» del EI de la llamada «provincia de Al Baraka», que ocupa parte de Al Hasaka, ya que los radicales han impuesto sus propias divisiones administrativas en las zonas que dominan en Irak y Siria.

Por su parte, Al Rafidan era el exgobernante de los radicales en la «provincia de Al Jair», que abarca áreas de Deir al Zur.

Los ataques de la coalición no han sido solo contra el EI, sino también contra el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, que ha perdido 136 combatientes en bombardeos contra sus cuarteles en el oeste de Alepo y el norte de Idleb, así como cabecillas, como el que era su jefe militar Abu Hamam al Suri.

A estos fallecidos se suman diez integrantes del Ejército de la Suna, una organización rebelde siria que colabora con el Frente al Nusra en Idleb, y un miliciano de una brigada islámica que estaba retenido en un cuartel del EI que fue blanco de un ataque de la coalición en la provincia de Al Raqa.

Aparte de los muertos, el Observatorio destacó que la campaña de la coalición ha causado centenares de heridos, la mayoría miembros del EI.

La ONG recordó que los bombardeos de la coalición han sido diarios en el territorio sirio desde su comienzo, la madrugada del 23 de septiembre del año pasado.

Con sus operaciones, la alianza ha apoyado a las Unidades de Protección del Pueblo, milicias kurdosirias, que han logrado arrebatar al EI el control del enclave de Kobani y su periferia, además de Serrín, Ain Aisa, Al Sharkarak, Tel Abiad, Suluk, Ras al Ain, Alia Mabruk, Tel Tamr y Yabal Abdelaziz, entre otras zonas.

En total, los yihadistas han perdido 15.000 kilómetros cuadrados de territorio que se extiende desde las áreas que controlaban en el noreste de Alepo hasta el noreste de Al Hasaka.

La coalición no solo ha respaldado a las Unidades de Protección del Pueblo, sino también a grupos de tendencia islámica que han luchado contra el EI en el norte de Alepo y a los rebeldes entrenados por EEUU cuando fueron objetivo de un asalto por parte de Frente al Nusra el mes pasado.

El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde conquistó amplias partes.