Las lluvias torrenciales que azotan desde el martes la región metropolitana de Recife, capital de Pernambuco, al nordeste de Brasil, dejan al menos 34 muertos, 29 de ellos en las últimas 24 horas, según el último balance.

“Desde el último miércoles, hasta el mediodía de este sábado, fueron registrados 34 muertos en el estado”, informó Defensa Civil en un comunicado. El parte anterior hablaba de 33 fallecidos. Solo “en las últimas 24 horas” murieron, al menos, 29 personas por la furia de las aguas torrenciales que arrasaron todo a su paso y dejaron un reguero de destrucción.

El evento más dramático se registró a primera hora de la mañana, cuando 19 personas fallecieron en un “gran deslizamiento de tierra” en la comunidad Jardim Monteverde, en la frontera entre Recife y el municipio de Jaboatao dos Guararapes. Otras seis perdieron la vida en otro deslave en el municipio de Camaragibe, dos fallecieron en Recife y otro en Jaboatao dos Guararapes.

El miércoles ya habían fallecido cinco personas, cuatro de ellas en Olinda: tres sepultadas por deslizamientos y una tras caer en un canal. Las intensas lluvias dejaron, asimismo, más de 1.300 desplazados o sin hogar.

El presidente Jair Bolsonaro expresó en Twitter su “pesar y solidaridad a las víctimas de ese triste desastre” y dijo que su gobierno hará todo lo posible “para aliviar ese dolor”. Además, aseguró que decidió desplegar equipos de las Fuerzas Armadas al servicio del Ministerio de Defensa y del Ministerio de Ciudadanía “para auxiliar en las operaciones de socorro y prestar el auxilio necesario a las familias afectadas”.

“El agua está subiendo”

Algunos videos colgados en las redes sociales muestran amplias avenidas inundadas por ríos con corriente en varios municipios, casas que colapsan, ríos desbordados y desprendimientos de cerros, entre gritos de desesperación.

“El agua está subiendo, estamos esperando el rescate”, explicó al canal GloboNews Lidiane Izidio, una vecina de Jaboatao dos Guararapes que está sobre el tejado de su casa, pues su inmueble está completamente inundado.

Las imágenes de esa emisora mostraron a los vecinos de ese municipio colaborando con las fuerzas de rescate en la búsqueda de desaparecidos por el deslizamiento de un cerro.

El gobernador de Pernambuco, Paulo Cámara, sobrevoló la región afectada, en la cual trabajan a destajo unos 1.200 efectivos de varios cuerpos, con la ayuda de “tres helicópteros, embarcaciones y vehículos pesados”.

Entre la noche del viernes y la mañana de este sábado, el volumen de lluvias alcanzó los 236 milímetros en algunos puntos de la capital pernambucana, según la alcaldía. Esto equivale a más del 70 % de la previsión para todo el mes de mayo en la ciudad.

“Alerta roja”

Según la meteoróloga Estael Sias, de la agencia MetSul, las intensas lluvias que afectan a Pernambuco y, en menor medida, a otros cuatro estados nordestinos, son producto de un fenómeno típico de está época: las llamadas “ondas del este”, áreas de “perturbación atmosférica” que se desplazan desde el continente africano hasta esa región litoral brasileña. “En otras zonas del Atlántico esta inestabilidad forma huracanes, pero en el nordeste de Brasil tiene el potencial de mucha lluvia e, incluso, tormentas eléctricas”, explicó.

El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) mantiene para el domingo una “alerta roja” para Pernambuco, el máximo riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra, ante los “elevados niveles de lluvia” previstos para las próximas horas.

Las imágenes de este sábado evocan la tragedia ocurrida en Petrópolis en febrero, cuando murieron 233 personas por lluvias torrenciales y deslaves.