Al menos 34 personas han muerto en las últimas veinticuatro horas por aviones que se cree que eran rusos contra áreas controladas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el norte de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG destacó que entre los fallecidos hay seis menores y doce mujeres. Los bombardeos también han causado decenas de heridos, algunos de ellos graves, y abundantes daños materiales.

La fuerza aérea de Rusia tuvo como blanco la localidad de Al Bab y otras partes del norte de la provincia septentrional de Alepo, dominadas por los yihadistas.

Asimismo, atacó la urbe de Al Raqa, capital de la provincia homónima y bastión principal del EI en el territorio sirio.

Desde finales de septiembre, la aviación de Rusia, aliada del régimen de Bachar al Asad, lleva a cabo una campaña de bombardeos en Siria, en la que es su primera intervención militar directa en el país árabe desde el inicio del conflicto en 2011.

Las autoridades rusas han explicado que el objetivo de los bombardeos son las posiciones del EI y de otras organizaciones terroristas.