El cineasta franco-polaco Roman Polanski renunció a presidir en febrero la ceremonia de los César, los «Óscar franceses», después de que asociaciones feministas llamasen al boicot debido a un asunto judicial por violación de una menor hace cuatro décadas, informó el martes su abogado.

Estas asociaciones recogieron en menos de una semana más de 61.000 firmas para pedir la destitución del cineasta como presidente de los César.
Polanski está acusado en Estados Unidos de presunta violación de una menor de 13 años en 1977.

Esta polémica «injustificada» entristeció «profundamente a Roman Polanski y afectó a su familia» y el director «decidió no aceptar la invitación» de los organizadores de la ceremonia prevista el 24 de febrero en París, informó en un comunicado su abogado, Hervé Temime.

La controversia está «alimentada por informaciones erróneas», defendió el abogado. «Recordemos que Samantha Geimer (la menor, NDLR) apoya desde hace mucho tiempo las iniciativas judiciales de Roman Polanski para regularizar su situación en Estados Unidos, y ha reclamado de su lado el abandono definitivo de las acusaciones».

El comunicado también recuerda que la justicia de Polonia y Suiza rechazaron aceptar las demandas de extradición de Estados Unidos, al establecer que Polanski «había cumplido la pena que había sido objeto de un acuerdo entre todas las partes en la época».

La ministra francesa de Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, también había condenado la elección de Polanski como presidente de los César.
La titular de Cultura, Andrey Azoulay, se abstuvo en cambio de criticar la designación del director del «Pianista» o «Tess».