Tras un mes de negociaciones entre el gobierno y los maestros, no hay un acuerdo para levantar el paro nacional, convocado para el 6 y 7 de marzo. Por lo que todo apunta a que miles de argentinos van a empezar el año escolar sin clases. Seguramente no va a haber clases ni el lunes ni el martes ni el miércoles, cuando miles de mujeres saldrán a las calles a protestar por la ola de feminicidios que enluta a Argentina. Los maestros piden un aumento salarial del 35% que tenga en cuenta la inflación. Piden, igualmente, que se realice una paritaria nacional para discutir este aumento. 

El gobierno, por su parte, ha propuesto un aumento hasta del 18% o en cuotas, conforme vaya creciendo la inflación. De la misma forma se ha negado a una paritaria nacional, con el argumento de que el aumento se debe discutir en cada provincia, debido a que son estas quienes pagan los salarios de los profesores. Pero, en general, los acercamientos no han terminado en nada. El gobierno ha calificado a los maestros de intransigentes y ha dicho que tras el paro hay fines políticos, en referencia a las elecciones legislativas que se realizarán este año.

«En este contexto de la discusión paritaria salarial se debe dar con las provincias, por lo tanto pedimos que revisen, incluso, el paro nacional, que a nuestra manera de ver no tiene razón de ser, salvo que esconda otros fines políticos y, en ese caso, pedimos que se plantee un debate político y el debate se debe dar en cada una de las provincias», dijo el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Vidal.

Por su parte, desde los sindicatos aseguran que el gobierno de Macri no quiere negociar. «No les interesa que haya clases el día lunes», dijo Roberto Baradel, del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (Suteba). Según él, el gobierno le tendió «una trampa a la sociedad y a los docentes», quienes, aseguró, están «dispuestos a discutir un salario digno y un presupuesto acorde para las necesidades de la escuela pública».

El gobierno de Macri, que aún no despega por cuenta de algunos escándalos y de medidas impopulares, se enfrenta en menos de una semana a un paro de maestros, a un paro de mujeres, convocado para el 8 de marzo para protestar por los feminicidios en Argentina, y a un paro de futbolistas debido al no pago de sus salarios por parte de la Asociación de Fútbol Argentino. Y todo esto en el marco de unas elecciones legislativas de las que Macri espera salir fortalecido.