Ariadna Gutiérrez habría finalizado su relación sentimental con el empresario italiano Gianluca Vacchi, según informó Noticias RCN.
Gutiérrez y Vacchi comenzaron a salir en julio pasado, cuando el italiano viajó a Miami, Estados Unidos, para participar junto a J Balvin en la gala de los Premios Juventud, donde el reguetonero colombiano interpretó «Mi gente«. Estando en Miami, Vacchi compartió con Gutiérrez días de playa, cenas y fiestas.
Fue en ese momento cuando Vacchi pasó de ser, para algunos, el millonario que protagonizaba videos en Instagram bailando al ritmo de la música latina de Ricky Martin, Luis Fonsi y Maluma, a ser el novio de Ariadna Gutiérrez.
Tanto Gutiérrez como Vacchi se encargaron de oficializar su relación compartiendo en redes sociales mensajes cariñosos y fotos en las que exhibían cómo pasaban de bien la época del verano.
Pero hoy por hoy, en la cuenta oficial de la ex Señorita Colombia ya no queda rastro Gianluca Vacchi, pero sí de los sitios en donde estuvieron.
Actualmente Ariadna Gutiérrez se desempeña como jurado del programa de televisión colombiano «Protagonistas», mientras que él se prepara para realizar presentaciones como DJ en Colombia.
Gianluca Vacchi logró notoriedad el año pasado gracias a los bailes que protagonizaba (y compartía en Instagram) junto a su entonces prometida, Giorgia Gabriele. El italiano además se caracteriza por exhibir a sus más de 11 millones de seguidores su ostentoso estilo de vida que incluye aviones privados, hoteles de cinco estrellas, eventos sociales y yates.
Sin embargo, el agosto pasado el Quotidiano Nazionale, un consorcio de periódicos locales del norte de Italia, dio a conocer que la vida del italiano no está tan exenta de problemas como él la presenta, pues el Banco BPM le embargó varias de sus villas, un yate y sus participaciones en un club de golf cerca de Bolonia por un valor total de 10 millones de euros (unos 11,8 millones de dólares), que ya habían congelado debido a una deuda impaga equivalente, anunció el miércoles el diario.
«No es más que un pequeño pasivo» frente a la riqueza del holding familiar, defendió el interesado en las columnas del periódico, explicando que rechazaba el cálculo de los intereses de esta deuda.
