Las autoridades belgas encontraron en los registros efectuados el martes en el distrito bruselense de Schaerbeek 15 kilos de explosivos TATP y el testamento de uno de los asesinos del aeropuerto de Bruselas, Brahim El Bakraui.

El testamento estaba en un ordenador metido en una papelera en la calle Max Roos, donde también se efectuaron este martes registros, gracias a las informaciones del taxista que había trasladado ayer por la mañana desde allí a Brahim y a otros dos hombres hasta el aeropuerto internacional de Zaventem, donde cometieron el atentado.

En un «testamento» de Ibrahim El Bakraoui decía «no saber qué hacer», que le estaban buscando «por todas partes» y temiendo terminar «junto a él en una celda», en una posible referencia a Salah Abdeslam, sospechoso clave de los atentados de París del 13 de noviembre y detenido el viernes en Bruselas.

En los registros, las fuerzas del orden se incautaron de 15 kilos de explosivos tipo TATP, 50 litros de acetona, 30 litros de agua oxigenada, detonadores, una maleta cargada de tornillos y tuercas y material para confeccionar artefactos, incluido ventiladores, informó el fiscal federal, Frédéric Van Leeuw, en conferencia de prensa.

Ibrahim y Khalid El Bakroui, de 29 y 27 años, son dos de los atacantes suicidas. Un tercer kamikaze que aparece en una imagen de las cámaras de seguridad del aeropuerto difundidas por la policía sigue sin ser identificado.

Un cuarto sospechoso, que también aparece en esas imágenes con un gorro y campera de color claro, está huido.

«El tercer hombre está fugado, dejó un bolso con la carga explosiva más importante que estalló luego por la inestabilidad de los explosivos», dijo Van Leeuw. Este sospechoso sigue sin ser identificado.