El grupo de 36 expertos bipartidistas analizará algunos temas que están en el debate sobre una posible reforma: la duración del mandato de los jueces (que actualmente es vitalicio), la cantidad de magistrados, la forma en la cual la institución selecciona los temas sobre los que se pronuncia, sus reglas y prácticas. La comisión emitirá sus recomendaciones después de seis meses de ser instaurada. “Esta iniciativa es parte del compromiso de la administración de estudiar medidas para mejorar la justicia federal”, afirmó el gobierno en un comunicado.

La propuesta de Biden es clave y surge tras la presión de varios activistas que reclaman más escaños con el fin de alterar el equilibrio en la corte, luego de tres nombramientos (muy conservadores) durante la administración de Donald Trump. El último movimiento clave del exmandatario fue la confirmación de la jueza Amy Coney Barrett, una ferviente católica de 48 años, que reemplazó a Ruth Bader Ginsburg, una feminista ícono del progresismo fallecida en septiembre.

Con una inclinación mucho más conservadora, de 6 a 3, el supremo aborda temas que son claves para la nación, desde el aborto al porte de armas, pasando por los derechos de las minorías sexuales. Actualmente está compuesta por nueve jueces que son nombrados por el presidente y que deben ser confirmados por el Senado.

Durante la primaria demócrata, varios aspirantes, entre ellos el actual secretario de Transporte, Pete Buttigieg, plantearon la posibilidad de aumentar la cantidad de jueces en el tribunal, una propuesta rechazada por los republicanos.

La huella de Biden en los tribunales

El presidente comenzó una campaña para remodelar los tribunales federales. En un comunicado, Biden anunció el 30 de marzo las nominaciones de 10 personas para que sirvan como jueces del Tribunal de Distrito y del Circuito Federal, y a una persona para que sirva como juez del Tribunal Superior para el Distrito de Columbia, “moviéndose más rápido que cualquier presidente en décadas para ocupar puestos vacantes en los tribunales”, según el New York Times.

La atención también está puesta sobre Stephen Breyer, de 82 años, uno de los tres liberales que quedan en la Corte Suprema. “Muchos demócratas no quieren volver a verse atrapados en esta situación de Ruth Bader Ginsburg . Y el juez Breyer es un tipo extremadamente inteligente y también un tipo político. Él sabe lo que está pasando aquí”, explicó Carl Hulse, corresponsal jefe del New York Times en Washington.

Los movimientos de Biden se dan luego de que Mitch McConnell, el republicano más poderoso del Congreso durante la administración de Trump, aprovechó su posición para dejar una huella muy conservadora en los tribunales federales; un acierto innegable para Trump. Estamos hablando de más de 220 nombramientos, todos ellos bajo la supervisión de McConnell: tres jueces en la Corte Suprema de Justicia, 53 en la Corte de Apelaciones y decenas de nuevos conservadores que presiden los tribunales de distrito.