El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a Bruselas, donde participará el jueves de una maratón de cumbres con el objetivo de reforzar la unidad de los países occidentales y consolidar las sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania. En la capital belga, el mandatario estadounidense hablará, inicialmente, en una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Luego, participará en un encuentro con el G7 y, finalmente, en uno con los líderes de la Unión Europea. Las tres cumbres se realizarán a un mes del inicio de la ofensiva rusa contra objetivos en Ucrania.

En el vuelo desde Washington, a bordo del avión presidencial Air Force One, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, adelantó que Estados Unidos anunciará el jueves “un paquete de sanciones contra figuras políticas”, así como “oligarcas” y “entidades” rusas. De su lado, la Unión Europea ya adoptó pesadas sanciones contra funcionarios, bancos y magnates rusos, pero, por el momento, esas medidas restrictivas no se extienden al sector energético, a raíz de la evidente dependencia europea de los hidrocarburos rusos.

El jueves, el G7 podría anunciar medidas especiales para evitar que Rusia logre eludir las sanciones impuestas por un número importante de países occidentales. En la OTAN, Biden y los otros líderes discutirán el despliegue de fuerzas de combate adicionales en Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia, como ya lo había hecho en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.

Este miércoles, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza está decidida a “hacer todo lo posible para apoyar a Ucrania. Pero tenemos la responsabilidad de garantizar que la guerra no se intensifique más allá de Ucrania y se convierta en un conflicto entre la OTAN y Rusia”.

Antes de abordar el Air Force One hacia Bruselas, Biden dijo en Washington que la posibilidad de un ataque ruso con armas químicas en Ucrania era una “amenaza real”.

En la carta que envió a los líderes europeos para invitarlos a la reunión en Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que la cumbre con Biden permitirá discutir “la actual agresión militar de Rusia contra Ucrania”. “Rusia ataca cada vez más a la población civil y apunta a hospitales, escuelas y refugios. Estos crímenes de guerra deben cesar de inmediato”, apuntó Michel en su carta de invitación. En ese escenario, uno de los objetivos de la agenda de Biden en Bruselas es consolidar la unidad entre Estados Unidos y la Unión Europea.

El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo a los periodistas que el mandatario estadounidense buscará “reforzar la increíble unidad que construimos con nuestros aliados y socios”. Luego de las tres cumbres del jueves, Biden se trasladará el viernes a Polonia, vecina de Ucrania y ahora en primera línea en lo que algunos llaman la nueva Guerra Fría. El sábado mantendrá un encuentro con su presidente, Andrzej Duda.

China también en la agenda

A pesar de que las fuerzas ucranianas armadas por Occidente han resistido con éxito la embestida rusa, Sullivan se mostró en contra de cualquier expectativa que implique un final rápido de la guerra o un repliegue de Moscú. Si el conflicto se prolonga, la capacidad de Rusia para sortear las pérdidas militares y las sanciones económicas dependerá, en parte, de qué posición adopte su socio: China.

Pekín se ha negado a condenar la guerra o a respaldar las sanciones de Occidente. Hasta ahora, el principal objetivo de Washington ha sido asegurarse de que los chinos no intervengan activamente del lado del Kremlin, ya sea rescatando la economía rusa o incluso enviando armas.

Biden, “ciertamente, consultará sobre una potencial participación de China en el conflicto en Ucrania mientras esté en Bruselas y también en la OTAN”, explicó Sullivan. “También lo hará cuando se dirija a los 27 líderes de la Unión Europea, porque el 1 de abril, la Unión Europea tendrá una cumbre con China”, dijo.