Una corte de California condenó este jueves a cadena perpetua a un hombre que fue declarado culpable de matar a su exesposa y otras siete personas al entrar disparando en una peluquería al sur de Los Ángeles en 2011.

Scott Evans Dekraai, de 47 años, fue sentenciado a pasar su vida en prisión sin opción a libertad condicional. La fiscalía pedía la pena capital, que es legal en California.

El juez Thomas Goethals dijo que Dekraai era la «cara del mal» y aseguró a los familiares de la víctima que el no haberlo condenado a muerte no fue una victoria para la defensa.

Una cárcel de máxima seguridad es la «definición de un tiempo muy duro», indicó.

Portando un chaleco antibalas y tres armas de fuego, Dekraai irrumpió en octubre de 2011 en la peluquería Salon Meritage y disparó al azar contra los clientes y empleados, entre los que estaba su exesposa.

Durante la audiencia, Dekraai intentó disculparse, generando en varios momentos un coro de llanto entre los familiares de las víctimas.

«Tengo mucho tiempo esperando para disculparme (…). Soy el único culpable de mi pérdida de auto-control», expresó.

La fiscalía del condado de Orange, vecino de Los Ángeles, dijo en un comunicado que no estaba de acuerdo con la decisión de Goethals de «descartar la posibilidad de la pena de muerte para el hombre que se convertirá en el mayor asesino en masa en la historia del condado».

Un día antes del tiroteo, Dekraai y su exesposa acudieron a una audiencia sobre la custodia de su hijo -entonces con ocho años-, que le fue negada al padre. Las autoridades afirmaron que el hombre buscaba venganza.