La exsecretaria de Estado de EE.UU. y aspirante por la candidatura demócrata a la Presidencia del país, Hillary Clinton, aseguró hoy «no tener ninguna duda» de que el Gobierno estadounidense «hizo lo mejor que pudo» ante el ataque contra su consulado en Bengasi (Libia) el 11 de septiembre de 2012.

Durante su comparecencia ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga las muertes del embajador de EE.UU. en Libia y otros tres funcionarios en Bengasi, Clinton aseguró que, teniendo en cuenta la información que tenían en ese momento, la reacción del Gobierno norteamericano fue la mejor posible.

«No tengo ninguna duda de que lo hicimos lo mejor posible teniendo en cuenta la información que teníamos entonces», aseguró la que fuera entonces jefa de la diplomacia estadounidense entre 2009 y 2013 ante el comité especial de legisladores, convocado para analizar el ataque en Libia.

Clinton fue blanco de duras preguntas por parte de los legisladores republicanos, quienes han acusado al Gobierno del presidente Barack Obama de no contar toda la verdad sobre lo que ocurrió en el ataque.

A la polémica sobre el atentado, se sumó en los últimos meses la revelación de que Clinton habría estado usando su cuenta de correo personal para asuntos de Estado, por lo que los conservadores pidieron que se hicieran públicos sus intercambios de información que tuviera relación con su labor en el Gobierno.

Después de que fueran revisados por el Departamento de Estado para no incurrir en la publicación de información clasificada, una gran parte de las más de 55.000 páginas de correos electrónicos de la exsecretaria de Estado ya han sido hecho públicos para despejar cualquier duda.

En este sentido, los legisladores republicanos miembros del comité cuestionaron a Clinton por la ausencia de correos en sus archivos relativos a un ataque previo ocurrido en Libia en abril de 2012, lo que, a su juicio, constituye una falta de interés por parte de la ex primera dama sobre las tensiones crecientes en el país africano.

En su respuesta, la aspirante demócrata explicó que «la mayor parte» de su trabajo como jefa de la diplomacia estadounidense no lo realizaba a través de correos electrónicos, sino a través de reuniones personales o llamadas telefónicas.

Respecto a la falta de intervención militar estadounidense ante la escalada de violencia en Bengasi durante aquellos días, Clinton señaló que resulta «muy complicado desplegar personal militar en países que lo rechazan» y que «no quieren la presencia de militares de ningún país extranjero», como era entonces el caso de Libia.

Asimismo, Clinton aseguró que «no hubo nunca» una recomendación por parte de los servicios de inteligencia ni de otro departamento federal de cerrar las instalaciones diplomáticas en la ciudad libia.

Tras el ataque, las primeras informaciones emitidas por el Gobierno de Estados Unidos aludían a unas protestas espontáneas provocadas por la publicación de un vídeo antiislámico, aunque el Gobierno se desdijo.

El legislador republicano por Ohio, Jim Jordan, acusó hoy a Clinton de aportar una explicación errónea.

«Usted sabía la verdad y eso no es lo que le llegó al pueblo estadounidense. No hay pruebas de una protesta espontánea y usted escogió el vídeo como la narrativa. ¿Dónde se originó? Se originó con ustedes», alegó Jordan.

En este sentido, Clinton replicó que el Gobierno estadounidense tenía razones para creer que dicho vídeo había provocado las protestas, ya que algo similar había ocurrido días antes en las calles de Egipto.

Sin embargo, la exsecretaria de Estado negó haber creado una explicación falsa a propósito.

«Siento que esto no coincida con su narrativa, congresista, solo puedo decirle cuáles fueron los hechos», se defendió.