El grupo británico Coldplay lanza este viernes su séptimo álbum, «A Head Full Of Dreams» («Una cabeza llena de sueños»), con el que la veterana formación regresa a un sonido enérgico, con toques dance y pop, ajeno a la melancolía.

Los once temas de este trabajo rompen con la solemnidad que destilaba «Ghost Stories» (2014), que cosechó muy buenas críticas pese al acusado cambio de registro operado por la banda, que entonces adoptó un tono profundo e intimista, y que ahora aparcan.

Coldplay retoma los acordes exaltados y vibrantes que marcaron algunos de sus anteriores proyectos, pero lo que no varía es la expectación que ha precedido a este lanzamiento.

El archiconocido cuarteto inglés dejó entrever un anticipo en un concierto muy poco habitual, que dieron anoche en una iglesia del barrio londinense de Hackney, uno de los núcleos de la comunidad «hipster» de la capital. Nada que ver con los macroestadios que suelen abarrotar.

El hecho de que Chris Martin, su líder, dejara entrever el pasado año en una entrevista con la BBC que «A Head Full Of Dreams» podría ser una «culminación de algo» -sin especificar de qué- no ha hecho más que generar inquietud entre su legión de adoradores, que temen que esas declaraciones sean presagio de un final.

En concreto, el solista comparaba este álbum con «el último libro de (la saga de) Harry Potter o algo parecido«.

Especulaciones al margen, los nuevos temas parecen haber insuflado a los músicos las ganas de volver a embarcarse en una gira, algo que no sucedió con «Ghost Stories» que, sin embargo, fue el cuarto álbum mejor vendido en todo el mundo en 2014, con 3,7 millones de copias en total.

Recién estrenado el nuevo disco, ya tienen por delante un calendario repleto de compromisos, que les llevará en 2016 a tocar en 20 estadios de 14 países por Europa y Latinoamérica. Será su primer tour desde la gira que dieron tras presentar «Myo Xyloto«, entre 2011 y 2012, que congregó a más de tres millones de personas por todo el globo. En Colombia el espectáculo está programado para el 13 de abril en el estadio El Campín de Bogotá.

El lanzamiento del álbum coincide con la noticia de que Coldplay amenizará musicalmente el descanso de la Super Bowl 50 el próximo febrero, algo que Chris Martin calificó como «el mejor momento» de la carrera del grupo y dijo que se sentían «ilusionados y honrados y encantados» de participar.

El primer sencillo, «Adventure Of A Lifetime«, es el preludio de una serie de canciones que destilan buen rollo. De hecho, está pensado para tocarse en directo, según el propio Martin, y cuenta con colaboradores ajenos al grupo, de los que destaca el mismísimo Barack Obama, fan confeso de la formación.

Los músicos incluyeron un fragmento de la interpretación que el presidente estadounidense hizo del clásico de góspel «Amazing Grace» en el funeral del senador demócrata estatal Clementa Pinckney.

El político fue asesinado el pasado junio junto con otras ocho personas en un tiroteo en una iglesia metodista de Charleston (Carolina del Sur), un lugar históricamente utilizado por la comunidad negra de la ciudad.

Grabado en varios estudios de Los Ángeles, Malibú y Londres, el álbum, en el que colaboran Beyoncé, Noel Gallagher, Tove Lo y Merry Clayton, es «más colorido y más alegre» que el anterior, según la banda, y pretende reflejar que sus músicos son «libres y felices».

Fundada en 1996, Coldplay -integrado por Chris Martin (voz, guitarra y teclado), Jon Buckland (guitarra), Guy Berryman (Bajo) y Will Champion (Batería y coros)- alcanzó el estrellato global con su álbum debut, «Parachutes» (2000) y continuó recibiendo el favor de la crítica con «A Rush Of Blood To The Head» (2002).

A ellos siguieron «X&Y» (2005), «Viva La Vida or Death And All This Friends» (2008) y «Mylo Xyloto» (2011) hasta llegar al citado «Ghost Stories» (2014).

El grupo, que ha vendido por todo el mundo un total de 50 millones de álbumes, siempre ha logrado, con todos sus discos sin excepción, alcanzar en algún momento lo más alto de las listas británicas de los más vendidos.