«Confesiones de un hacker político”. Con este título publica la revista Bussines Week su entrevista con Andrés Sepúlveda, el experto en informática de la campaña del candidato uribista de las últimas Elecciones presidenciales, Oscar Iván Zuluaga, quien fue capturado al descubrirse que era, al mismo tiempo, un hacker que espiaba las comunicaciones del Gobierno en medio del proceso de paz que se adelanta con las Farc en La Habana, Cuba. Según la entrevista dada al medio internacional, los “tentáculos” del sonado hacker irían más allá de una carrera por la presidencia nacional, habría manipulado campañas políticas en por lo menos ocho países de América. “Manipularon redes sociales para crear falsos sentimientos de entusiasmo y escarnio e instaló spyware en sedes de campaña de la oposición”, relata el artículo también publicado en Bloomberg, que detalla que Sepúlveda habría sido el hombre clave en la victoria del presidente de México, Enrique Peña Nieto.

“Sus equipos trabajaron en elecciones presidenciales en Nicaragua, Panamá, Honduras, El Salvador, Colombia, México, Costa Rica, Guatemala y Venezuela. Las campañas mencionadas en esta historia fueron contactadas a través de ex y actuales voceros; ninguna salvo el PRI de México y el Partido de Avanzada Nacional de Guatemala quiso hacer declaraciones”, indica la revista que narra detalladamente los inicios del santandereano, de “familia humilde” según sus propias palabras, ya conocidos por muchos en Colombia y narrados, entre otros, por este diario.

Y es que las “confesiones” de Sepúlveda sobre sus operaciones de espionaje de campañas internacionales se sugiere que este “ha influenciado la dirección política de América Latina moderna tanto como cualquier otra persona en el siglo XXI”, tal como narra la publicación.

Así por US$12.000 al mes, vendía “paquetes” en los que hackeaba teléfonos móviles, correos electrónicos, creaba páginas falsas, entre otras acciones. Pero, además, tenía un paquete “premium” que, por supuesto ofrecía interceptaciones mucho más avanzadas con “ataques, decodificación y defensa”. Viajaba a cada uno de los países donde trabajaba con pasaportes falso, relata, y sus sedes de trabajo se instalaban en lugares clandestinos y alejados de cualquier sede de campaña que permitiera que hubiera indicios de cualquier vínculo con estas.

El “trabajo sucio” realizado por Sepúlveda se desarrolló, entre otros países -detalla el texto-, en Honduras, donde apoyó al expresidente Porfirio Lobo Sosa; en Costa Rica, trabajando para la campaña de Johnny Araya del Partido de Liberación Nacional en 2014 (quien no obtuvo la victoria); en Panamá con el candidato de izquierda Juan Carlos Navarro, también en las elecciones de 2014; en Venezuela trabajando en contra del chavismo y espiando los correos personales de Diosdado Cabello; y por supuesto en Colombia, trabajando para Álvaro Uribe Vélez apoyando su reelección a la presidencia en 2006 y la fallida campaña de óscar Iván Zuluaga que lo llevó a estar tras las rejas.

Pero entre los trabajos hechos por el hacker destacados por el medio internacional está el de la campaña de Enrique Peña Nieto, pues según fuentes anónimas consultadas por éste Sepúlveda efectivamente habría sido una de las palancas en su triunfo presidencial. Se trató de una detalla estrategia destinada a manipular la percepción de los mexicanos sobre el hoy mandatario.

Si Peña Nieto tenía un traspié, el hacker tenía un plan B. Por ejemplo, tenía instalados malwares en enrutadores que le permitían interceptar teléfonos y computadores de sus contrincantes. Así, Sepúlveda conocía los discursos de estos antes de que llegaran, incluso a las manos de estos mismos. Creaba perfiles falsos en Facebook de personas que señalaban ser homosexuales y apoyaban a los contrincantes de Peña Nieto, con esto generaban el enfado de los votantes más conservadores. Incluso, la noche previa a las elecciones, cuenta Sepúlveda a Bussiness Week, lograron que computadores llamaran a votantes invitando a elegir al gobernador de izquierda Enrique Alfaro Ramírez, un hecho que, por supuesto, generaba el rechazo de estos y podría influenciarlos a votar por Peña Nieto.

Pero el hacker Sepúlveda no trabajaba solo, cuenta que todos sus contactos o “negocios” se hacían directamente con Juan José Rendón (‘JJ Rendón’), considerado uno de los mejores consultores políticos del mundo, para quien trabajaba y quien hacía los contactos directos con los jefes de campaña en cada país.
Por su puesto, ante la polvareda que ha desatado la publicación de Bloomberg, ‘JJ Rendón’ ha salido al paso y a primera hora de este viernes dio declaraciones al diario El País de España calificando los relatos del hacker como una desvarío y reiterando que efectivamente conoció a Sepúlveda, pero que solo lo ha visto un par de veces.

“Este señor tiende a fabular historias desde hace dos años. Creo que lo que dice lo ha visto en una serie. Él es un criminal, un delincuente y yo no hago cosas al margen de la ley”, aseguró Rendón a El País. “A Sepúlveda lo he visto solo una vez en mi vida, pero nunca le he dado la mano ni me he tomado un café con él”, agregó.

Así descredita lo dicho por Sepúlveda e indica que “lo más increíble es que se diga que casi todas las elecciones de América Latina han sido manipuladas y que se pueda hacer desde las redes sociales, con su magia. Se olvidan de los debates, de la televisión, de la prensa, de la imagen de los candidatos… Cualquier persona que trabaje en campañas electorales sabe que eso es sobreestimar las redes sociales”.

Pero lo cierto es que el hacker asegura tener como prueba de sus lazos con Rendón varios cruces de correos electrónicos, e-mails que de ser ciertos no solo confirmarían el poder e influencia del asesor político en campañas de toda América Latina y maniobras ilegales, sino que, efectivamente, el hacker es el hombre que ha manipulado las elecciones y las mentes de los electores en casi toda Latinoamérica.