El debate sobre la eutanasia mantiene divididos a los portugueses en un país de tradición católica, el día que el Parlamento luso discute una petición ciudadana a favor de la despenalización de la muerte asistida.

El proceso todavía está en una fase inicial, ya que los diputados se limitan hoy a debatir una iniciativa impulsada por el movimiento cívico «Derecho a morir con dignidad» que ni siquiera conlleva una votación en el hemiciclo, pero actores políticos y sociales ya se han implicado en el debate público.

Aunque no todos los partidos han expresado su posición frente a la eutanasia, formaciones de todo el espectro político han coincidido en la necesidad de profundizar el debate.

En declaraciones a la prensa antes del Pleno, el líder parlamentario del conservador PSD -líder de la oposición- consideró que hay «muchas dudas» en torno a la muerte asistida y por ello el debate debe preceder a cualquier decisión legislativa al respecto.

En la misma línea, el portavoz del marxista Bloque de Izquierda, Pedro Filipe Soares, apostó por una discusión que implique también a la sociedad civil y reiteró que su formación va a presentar una iniciativa legislativa sobre la materia, aunque desconoce la fecha en que podría ser debatida en la Cámara.

Desde el Partido Comunista Portugués, el líder parlamentario João Oliveira esperó que el debate de hoy se realice con «la profundidad y la sobriedad» que la eutanasia exige.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa -que tendría poder de veto sobre una eventual ley que despenalice la eutanasia- admitió el martes que tiene una opinión sobre la muerte asistida pero de momento no se pronunciará para «no crispar» el debate.

La discusión en el Parlamento, programada para el final de la tarde, ha estado precedida por una manifestación convocada por el movimiento «Stop Eutanasia» a las puertas de la Asamblea de la República que juntó a varias decenas de personas para defender que no se legalice la muerte asistida en suelo luso.

El sector de los profesionales de la salud también se ha implicado en el debate y el líder del Colegio de los Médicos, Miguel Guimarães, defendió recientemente en una entrevista que haya un referéndum sobre la muerte asistida en vez de dejar la decisión en manos del Parlamento.