Autoridades de Venezuela detuvieron a los dueños de un supermercado del estado de Falcón (norte) por desechar 4.000 kilos de pollo que estaban descompuestos, delito de acaparamiento sancionado en un país que sufre una severa escasez de alimentos.

Efectivos de la militarizada Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y fiscales de la Superintendencia de Precios Justos ejecutaron el arresto, tras encontrar los empaques de pollo identificados con las etiquetas del local en el vertedero municipal de Dabajuro, en Falcón, precisó el superintendente William Contreras.

Las autoridades allanaron el Hipermercado Occidente y encontraron otros 2.000 kilos de carne en mal estado y productos lácteos vencidos, alimentos con sobreprecios.

Ante ello, la Controlaría Sanitaria ordenó el cierre definitivo del supermercado, según una nota de la agencia venezolana de noticias, que no especificó cuantos fueron los detenidos.

El acaparamiento de alimentos está tipificado como un delito en la ley venezolana. El gobierno lo considera como un estrategia de la guerra económica que atribuye a empresarios de derecha para desestabilizarlo, al generar desabastecimiento y malestar popular.

En medio de una severa crisis económica, agravada por la caída de los precios del crudo -fuente casi exclusiva de las divisas del país petrolero-, los venezolanos enfrentan una escasez de dos tercios de los productos básicos, lo que a diario provoca largas filas en los supermercados.

Hace dos semanas, la Fiscalía a tres altos directivos de distribuidoras estatales de alimentos por corrupción, pues enormes cantidades de productos básicos iba a parar al mercado negro.