En el corazón del conflicto entre Rusia y las potencias occidentales por Ucrania siempre han estado Donetsk y Lugansk, dos regiones en el este del territorio ucraniano que el lunes volvieron a acaparar los titulares de la prensa internacional. ¿Qué pasa con estos lugares y por qué son tan importantes? Estas son las claves:

¿Qué son Donetsk y Lugansk?

Son dos regiones en el este de Ucrania que cubren un área de aproximadamente 10.500 km2. Ambas se encuentran en la frontera con Rusia y allí habitan poco menos de 3 millones de personas, de los cuales el 38 % son jubiladas.

Zonas controladas por separatistas prorrusos.

Zonas controladas por separatistas prorrusos.Foto: El Espectador

¿Por qué han sido tan relevantes?

En 2014, Ucrania vio estallar una enorme protesta antigubernamental contra el entonces presidente Viktor Yanukóvich, quien, cabe mencionar, nació en Donetsk.

Los manifestantes le reclamaban a Yanukóvich que reactivara las conversaciones con la Unión Europea para un Acuerdo de Asociación en el que se había trabajado por años. A dicho acuerdo solo le faltaba la firma del expresidente, pero este decidió renunciar a él sorpresivamente a último minuto.

Se dice que Yanukóvich dio marcha atrás a los planes por la presión del Kremlin, desde no veían con buenos ojos la cercanía de Kiev con Bruselas.

Mientras la mayor parte de los manifestantes se unía para exigir la asociación prometida con la UE, en Donetsk, Lugansk y otras nueve ciudades, así como en la península de Crimea, pasaba lo contrario: los ciudadanos protestaban contra el acuerdo europeísta y a favor de estrechar lazos con Moscú.

¿Por qué piensan tan diferente los ciudadanos del Donetsk y los de Kiev?

Esto se debe a la historia de lo que hoy conocemos como Ucrania, país que se puede contar a partir de sus múltiples invasiones.

Desde el siglo IX, el territorio ucraniano ha sido repartido constantemente. La parte del este, donde se ubican regiones como Donetsk y Lugansk, han caído en manos rusas, mientras que el oeste, donde se ubican ciudades como Kiev, han sido controladas por los ejércitos polacos y lituanos, austriacos y otomanos.

Eso nos resuelve la pregunta de por qué el pensamiento del este dista tanto del de Kiev. Allí se encuentra una población más rusificada y de carácter nacionalista a favor de Moscú. Cabe recordar que en esta zona, Rusia llegó a prohibir el ucraniano y se discriminó la cultura de este país. También hubo una migración forzada de rusos en los últimos tres siglos que echaron raíces y dieron lugar a una comunidad que se sentía más rusa que ucraniana.

¿Qué tan profundas son las diferencias entre un lado y otro?

Jack F. Matlock, exembajador de Estados Unidos ante la Unión Soviética, escribió todo un ensayo titulado “Ucrania: Tragedia de una nación dividida” en el que exponía que Ucrania se convirtió en un estado, pero “no en una nación”. Esto se debía a que “desde sus inicios como un estado independiente reconocido internacionalmente, Ucrania ha estado profundamente dividida en términos lingüísticos y culturales”.

Tales afirmaciones buscan mostrar una nación profundamente dividida en dos: quienes se sienten más ucranianos y quienes se sienten más rusos. Pero, como señala Peter Dickinson, editor jefe de la revista Business Ucrania, dichas declaraciones solo “se hacen eco directamente de las posiciones oficiales rusas” y hace apología a sus intentos de imperialismo.

Si bien podemos observar que en el este hay comunidades que sostienen diferencias profundas con el gobierno en Kiev, como en zonas de Donetsk y en Lugansk, los mapas electorales de las últimas elecciones dan cuenta de que las divisiones no son tan grandes. Aunque las preferencias políticas varíen en las regiones, “los ucranianos están profundamente unidos contra las amenazas existenciales a la nación”, dice Dickinson en The Atlantic Council.

El referéndum de 1991 sobre la independencia de Ucrania, que fue respaldado de manera aplastante por el 90 % de los ucranianos, también demuestra que hay una gran mayoría de ciudadanos que apoya el europeísmo.

Para resumir: las divisiones no son tan enormes como se presenta. No se trata de un país dividido en dos, sino de comunidades prorrusas dispersas en todo el territorio que no cuentan ni de cerca con el peso que tienen los europeístas.

¿Qué pasó luego de las protestas?

Tras la caída de Yanukóvich, provocada por los manifestantes, Crimea, en donde vive una mayoría de ciudadanos prorrusos, manifestó sus anhelos de integrarse a la Federación Rusa.

Las tropas rusas fueron desplegadas en Crimea supuestamente para “proteger” los intereses de los ciudadanos de habla rusa que habitaban allí. En cuestión de semanas, la península convocó a un polémico referéndum para reintegrarse formalmente a Rusia y así pasó a estar de nuevo en manos de Moscú.

Tras la anexión rusa de Crimea, se temía que las otras regiones que iban en contra del europeísmo siguieran sus pasos. En Donetsk y Lugansk se formaron grupos de milicias prorrusas que buscaban la independencia de las regiones.

En abril de 2014, estos grupos, que se dice eran respaldados por Moscú, declararon la independencia de estas regiones y la formación de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. De inmediato entraron en un conflicto con las fuerzas armadas ucranianas que se ha extendido hasta la actualidad.

¿Cuál es el papel de Rusia acá y qué hizo Putin el lunes?

Rusia niega estar detrás de los grupos separatistas en Donetsk y Lugansk, aunque hay señales claras de que estas milicias recibían un apoyo importante de Moscú.

El Kremlin había manifestado que las luchas de las milicias en Donetsk y Lugansk eran justas y tenía contacto con los líderes de estas regiones, pero no se había atrevido a reconocer la independencia de estas regiones. Hasta ahora.

El lunes, el presidente Vladimir Putin, en medio de las tensiones con Ucrania por su deseo de integrar la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reconoció finalmente la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, elevando aún más la crisis con Occidente.

Ningún miembro de la Organización de Naciones Unidas había reconocido la independencia de estas regiones. Luego del anuncio de Putin se rumoraba que Siria, cuyo gobierno es aliado del presidente ruso, iba a seguir los pasos de Moscú. Sin embargo, el presidente sirio, Bashar al-Asad, no se ha pronunciado sobre el estatus de Donetsk y Lugansk por ahora.

¿Por qué es tan importante el anuncio de Rusia?

Con la decisión de Rusia de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk se abre una posibilidad mucho más amplia para una intervención rusa en territorio ucraniano. Ahora, los líderes independentistas rusos pueden solicitar ayuda militar a Moscú para “mantener la paz en la zona”. Esto puede ser interpretado en el plano internacional como una clara invasión de tropas rusas en suelo ucraniano.

En la tarde del lunes, luego de su discurso, Putin firmó dos decretos que le piden al ministerio de Defensa que “las fuerzas armadas de Rusia asuman las funciones de mantenimiento de la paz en el territorio de las repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk.

Según se lee en The New York Times, no está claro si las tropas rusas permanecerán solo en el territorio controlado por las repúblicas separatistas o si buscarán capturar el resto de las dos regiones cuyo territorio reclaman. En consecuencia, no se sabe si comenzó una invasión rusa a gran escala. Los separatistas pueden haber invitado a las fuerzas rusas a entrar, pero estas regiones siguen siendo reconocidas por Ucrania y por el resto del mundo como territorio ucraniano.