El Gobierno de Estados Unidos confirmó hoy que devolverá a México a los inmigrantes que accedan al país irregularmente o sin los documentos necesarios por la frontera sur, incluidos los solicitantes de asilo. «Confrontaremos esta crisis de frente, defendiendo la ley y fortaleciendo nuestros compromisos humanitarios», aseguró la secretaria de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU., Kirstjen Nielsen, en un comunicado poco antes de comparecer ante el Comité Judicial de la Cámara Baja.

Nielsen explicó que han informado a México de esta medida y que este se ha «comprometido» a dar respuesta a quienes sean reenviados a su país.
«Hemos notificado al Gobierno mexicano de nuestras intenciones. En respuesta, México ha tomado una decisión independiente de que se comprometerán a implementar medidas esenciales en su lado de la frontera para facilitar este proceso», comentó la titular de inmigración.

«Esperamos que los migrantes afectados recibirán visas humanitarias para permanecer en suelo mexicano, la habilidad de solicitar un empleo y otras protecciones mientras esperan a una decisión legal de EE.UU.».

En esta línea, el DHS precisó que si estos migrantes consiguen asilo en EE.UU., «serán aceptados», y aquellos que no «serán deportados a sus países de origen».

La medida, que el Gobierno ampara en un apartado de su Ley de Inmigración y Nacionalidad, es la última anunciada por la Administración en su objetivo de reducir la inmigración irregular en el país.

El encargado de negocios de la Embajada de México en Estados Unidos, José Antonio Zabalgoitia, precisó hoy que su país no va a aceptar a deportados por EE.UU. sino a migrantes que hayan iniciado un proceso de petición de asilo ante las autoridades estadounidenses.

«Quiero ser muy claro, vamos a aceptar en este esquema a aquellos migrantes que hayan sido admitidos para iniciar un proceso migratorio en Estados Unidos y que esté en curso, pero no vamos a aceptar a deportados por Estados Unidos», dijo en una rueda de prensa en la legación diplomática en Washington.