El momento es claro: curva a la derecha en pleno ascenso a Flumserberg, Egan Bernal cambió la relación, dejó al grupo con el que venía y apenas se inclinó más la carretera se paró en los pedales, hizo otro ajuste y arrancó para arriba. Un cambio de rimto impresionante del colombiano, imposible de seguir en un terreno en el que se pedalea hasta con la cabeza, incluso con el torso.

Bernal, en solitario, fue a la caza de Antwan Tolhoek, el holandés lánguido y de piernas huesudas que ganó este jueves la sexta etapa del Tour de Suiza. El bogotano, criado en Zipaquirá, arribó en el segundo puesto, solo, a 17 segundos y con la suficiente ventaja para ser el nuevo líder de la carrera.

El corredor del equipo Ineos, que se perdió el Giro de Italia por lesión, escaló 11 puestos en la general y ahora, con un tiempo total de 18 horas, 40 minutos y 18 segundos, domina una de las competencias que sirve de antesala para el Tour de Francia.

Gran muestra de coraje, pero sobre todo de fuerza del cundinamarqués, al que no se le notó la para y que volvió al World Tour más fuerte.

El segundo en la general es el australiano Rohan Dennis, mientras que el austriaco Patrick Konrad es parcialmente tercero.

Este viernes será la séptima etapa con un trayecto de 216,6 km entre las poblaciones de Unterterzen y St. Gotthard y con otro final en alto, en un premio de montaña de categoría especial, el terreno perfecto para que Egan siga sacando ventaja.

Recordemos que Miguel Ángel López es el único colombiano que ha ganado esta prueba (2016), mientras que el año pasado Nairo Quintana fue tercero (Fabio Parra también fue tercero en 1987).