Con una carta dirigida al presidente estadounidense, Joe Biden, el juez Stephen Breyer anunció su ya conocido retiro, que se hará efectivo mañana, 30 de junio, al medio día. Ya se sabía que esta figura progresista de la Corte Suprema de Estados Unidos pensaba jubilarse una vez terminara en julio el actual curso judicial, luego de que en 1994 el entonces presidente Bill Clinton lo designara para dicho cargo.

“El pasado enero, le escribí para informarle de mi intención de retirarme del servicio activo regular como juez asociado de la Corte Suprema de Estados Unidos, una vez la Corte se acercara a su receso de verano”, escribió el funcionario en el escrito dirigido a Biden. Ahí mismo, Breyer hizo referencia a la nominación y ratificación de Ketanji Brown como su sucesora, siendo la ficha que el mandatario movió para asegurar una figura progresista dentro de la mayoría conservadora que actualmente tiene el tribunal supremo, no sin olvidar que ella también se desempeñó como asistente del juez saliente.

Al respecto, Breyer aseguró: “Usted nominó, y el Senado estadounidense lo ratificó, a la honorable Ketanji Brown para sucederme en el cargo, y entiendo que ella está preparada para tomar el juramento prescrito para empezar su servicio como el miembro número 116 de esta Corte”. Y es que la postulación de Jackson fue una promesa cumplida de Biden, quien se había comprometido a nominar por primera vez al máximo tribunal del país a una mujer afroamericana.

Ahora bien, la incorporación de Jackson a la Corte, adonde ya había llegado un hombre afroamericano, el juez Clarence Thomas, no alterará el equilibrio ideológico del tribunal, pues cuenta en su mayoría con magistrados republicanos, pero su asignación está prevista para que dure décadas. Además, como una de los nueve jueces, los hombres blancos dejarán de ser mayoría en la corporación por primera vez en 233 años.