Esta noche no fue como en San Francisco durante los dos primeros partidos. Esta vez, Boston Celtics sí salió a llevarse a Golden State Warriors desde el inicio del juego y ganó el tercer encuentro de la final de la NBA 116 a 100, gracias al impulso con el que entró a la cancha desde el camerino.

Era un partido importante para los Celtics, que tenían que hacer respetar su casa y que además, más allá de la victoria insólita del primer juego, habían sido superados por los Warriors, desde el juego, en los dos primeros partidos de la final.

Por eso, este era un compromiso para imponer condiciones. Y así fue. Desde el primer cuarto, Boston se fue arriba por una diferencia de 11 puntos, que en ningún momento de la noche Golden State pudo revertir.

Los Celtics siempre estuvieron arriba en el marcador. De hecho, en el tercer cuarto, cuando el equipo de San Francisco pisó el acelerador, los locales supieron aguantar la ventaja para dar la estocada final en el parcial definitivo.

Las figuras de la noche: Jaylen Brown con 27 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias; Jayson Tatum, con 26 puntos, nueve asistencias y seis rebotes, y Marcus Smart, con 24 puntos, siete rebotes y cinco asistencias.

Los Warriors no encontraron su mejor versión y, aunque mostraron momentos de brillantez en la segunda mitad, nuevamente impulsados por su gran estrella, Stephen Curry, no apareció la movilidad que tuvieron en otras noches.

La victoria de los Celtics es un respiro para su afición, que se ilusiona con una tercera victoria en el juego cuatro. Si aprovechan la localía y ganan el siguiente partido, los de Boston quedarían a solo un juego de llevarse el anillo, por lo que la presión para Golden State en el regreso a la Bahía, para el quinto juego, sería muy grande.

No obstante, el equipo que dirige Steve Kerr ve el vaso medio lleno. Los Warriros llegaron a Boston con el objetivo de recuperar una de las victorias que se les fue en casa. Y todavía les queda un juego para lograr la meta.

El juego cuatro de la final promete ser uno de los más interesantes de la serie. Por un lado, los Celtics tendrán que mantener el ímpetu y el ritmo de este miércoles para ir por una nueva victoria, factor que les costó en el segundo partido tras el último cuarto demoledor del primer partido. Por el otro lado, los Warriors, casi que obligados a ganar, tienen que ajustar la defensa del equipo, disminuir fallos y jugar de forma inteligente para no dejar escapar a Boston en el marcador.

La serie va 2-1 en favor de Boston, que repite localía este viernes. ¿Se ampliará la ventaja o, de nuevo, todo quedará en tablas?