Patricia Aguilar, la española que estaba desaparecida desde 2017, fue localizada en Pangoa, una zona selvática de Perú.

En el operativo de rescate la policía peruana detuvo a un hombre acusado de liderar una secta satánica que sometía a tres mujeres, una de ellas era la joven de 19 años.

Los padres de Aguilar habían denunciado que la joven se encontraba secuestrada por una secta apocalíptica que tiene esclavas sexuales. La española, durante su secuestro quedó embarazada y tiene un bebé de un mes de nacido.

De acuerdo con lo dicho por la familia, fue cautivada por la secta latinoamericana Gnosis en Perú mediante Internet. Secta que fue fundada en el año 1950 en Colombia por Víctor Manuel Gómez Rodríguez, alias Samael Aun Weor, de acuerdo con información de la organización.

El responsable del hecho, quien ya está detenido y había sido relacionado con la secta, es Félix Steven Manrique y se hace llamar príncipe Gurdjef.

Sin embargo, el grupo Gnosis Perú rechazó  «cualquier tipo de vinculación» con Félix Manrique. El representante del grupo Elvis Huacho, detalló que Manrique fue un participante de la institución en el año 2012, pero que «nunca fue líder ni representante, solo una persona que estuvo cuatro meses en la institución», tiempo en el que decidieron separarlo por sus «actitudes extrañas», dijo a EFE.

La captura de Manrique se realizó este jueves y fue confirmada por la policía del país inca, cinco horas antes de que Aguilar fuera encontrada, junto a su bebé, cuatro menores de edad entre cuatro y diez años, y otras dos mujeres. Todos hijos del líder de la secta.

«Me han enviado una fotografía de ella y no la reconocía. Vivía con los niños en condiciones lamentables. Solo le llevaban comida una vez por semana», ha relatado la madre de Aguilar para el diario El País.

«Este caso complejo comenzó en enero. En junio logramos medidas limitativas de la libertad contra Manrique y hace 10 días fue comisionado un equipo de ocho personas para localizar y rescatar a las víctimas«, declaró a El País, José Capa, el responsable de la Dirección contra la Trata de Personas.

Patricia Aguilar llegó a Lima esta mañana y viajó en autobús junto a otras mujeres, quienes se encontraban con Manrique al momento de la captura, y menores rescatados. Luego, estos fueron trasladados a la Dirección de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Policía.

Según Capa, Manrique fue localizado en Lima en 2017, pero después le perdieron el rastro. «Estaba escondido en Pangoa. Se han requerido acciones de inteligencia y de campo para relocalizarlo», indicaron.

Pangoa, está ubicado a 600 kilómetros de la capital peruana.

De acuerdo con la organización de SOS Desaparecidos, el líder de la supuesta secta no salía de casa, donde realizaban sus rituales, y «enviaba a las dos mujeres que viven con él y con las que tiene varios hijos a trabajar».

La familia Aguilar expresa que Manrique se aprovecha de menores inestables emocionalmente para captarlas a través de las redes sociales. Les promete que con él se salvarán de la llegada del fin del mundo y las invita a abandonar sus hogares cuando cumplan 18 años para unirse a su harén. «Hemos llegado a acceder a correos electrónicos donde les dice incluso cómo deben depilarse sus zonas íntimas», apunta un miembro de la organización. Incluso, la intervención de la ONG impidió recientemente que una chica del País Vasco cayera en sus redes.

Según el diario El País, la joven de 18 años se encontraba pasando sentimentalmente la muerte de un tío al que quería mucho cuando aun siendo menor de edad, tuvo contacto con Manrique. Semanas después viajó a Lima, a escondidas de sus padres, para reunirse con él. Estos expresaron que luego de su desaparición, lograron hablar con ella en dos ocasiones.

Por su parte, Manrique asegura que es elegido para repoblar el mundo tras el apocalipsis. Así lo dijo Noheli Bru, prima de Patricia Aguilar.

“Tuvo contacto con ella a través de redes sociales y ofrecía una nueva vida a cambio de tener relaciones sexuales con él. (…) Hemos conversado con personas que han salido de esa secta, y Manrique es un líder de manual: lo que quiere es el poder, el dinero y el abuso sexual».