Con la idea de reducir la dependencia de gas que los países europeos tienen con Rusia, los Estados miembro del bloque acordaron comprar y almacenar gas, hidrógeno y gas natural licuado de forma conjunta, en un intento también por proteger a los ciudadanos de las alzas de los precios. “La compra conjunta, la capacidad de definir juntos los contratos a largo plazo, es la mejor herramienta para reducir el precio del gas, por lo cual hemos dado un mandato a la Comisión Europea para que lo haga”, dijo Emmanuel Macron, presidente francés, tras una cumbre de la Unión Europea en Bruselas.

De acuerdo con la información que se lee en The New York Times, los miembros de la Unión Europea que lo deseen pueden asociarse y negociar conjuntamente las compras de gas, aumentando su poder de negociación, con la esperanza de influir en los precios de la energía. Ucrania, Georgia y Moldavia, así como los países de los Balcanes occidentales, pueden unirse a la compra colectiva de gas. Durante la reunión de los líderes europeos, que siguió a los encuentros que sostuvieron los miembros de la OTAN y el G7, también se respaldó la propuesta de la Comisión Europea para llenar el 80 % de sus instalaciones de almacenamiento subterráneo para noviembre y el 90 % para 2023, lo que requiere compras masivas en los próximos meses, si se tiene en cuenta que los niveles de almacenamiento actuales oscilan alrededor del 25 %.

Ursula von der Leyen, presidenta de la comisión, dijo: “Ahora usaremos nuestro poder de negociación colectiva. En lugar de superarnos y hacer subir los precios, mancomunaremos nuestra demanda”. Ahora bien, la mayor parte del gas que el bloque necesita para llenar su almacenamiento es gas natural licuado. En los últimos meses, la comisión se ha puesto en contacto con varios productores de gas, incluidos Estados Unidos, Catar, Azerbaiyán, Nigeria y Egipto, e importadores, como Japón y Corea del Sur, para ver si pueden redirigir algunos de sus suministros a Europa.

Simone Tagliapietra de Bruegel, un grupo de expertos económicos en Bruselas, le dijo a The New York Times que “el mercado está ajustado. Aprendimos de la pandemia que cuando la Unión Europea se mueve en conjunto, puede ser mucho más eficiente que los países individuales. Estamos efectivamente en una economía de guerra. La política se está apoderando de muchas decisiones económicas. En tiempos extraordinarios, necesitamos medidas extraordinarias”.