La de hoy será la decimoquinta noche en el mar de las 138 personas rescatadas, para las que la organización ya ha pedido su evacuación por motivos psicológicos. Un pequeño logro se dio hace unas horas, cuando conseguieron que fueran llevados a la isla italiana de Lampedusa, al sur del país, nueve de los pasajeros cuya situación era más crítica.

«Ya llevamos cinco evacuaciones urgentes en 14 días. ¿Qué esperan para autorizar el desembarque de todas las personas a bordo, a que la emergencia médica sea insostenible? Cuánta crueldad. #PuertoSeguroYa», ha censurado la ONG a través de Twitter poco después de la desocupación de estos nueve inmigrantes.

No en vano, el buque lleva horas fondeado en aguas italianas después de que ayer un tribunal de ese país dejara sin efecto la orden del ministro del Interior, Matteo Salvini, de prohibirle su entrada bajo amenaza de multas millonarias y de confiscación de la nave.

Sin embargo, aún no tiene permiso para atracar en un puerto, y esa autorización depende de Salvini, quien ya ha dejado claro que no lo va a otorgar: «En 15 días habría ido y vuelto tres veces a España. Es evidentemente un ataque político a Italia», ha sentenciado el ministro italiano.

Tras conocer el fallo del Tribunal Administrativo, el líder de la ultraderecha italiana firmó de madrugada una nueva prohibición para impedir al barco entrar en aguas territoriales de su país, que debía contar también con los apoyos de los ministros de Transporte, Danilo Toninelli, y de Defensa, Elisabetta Trenta, pero que se negaron rubricar.

Mientras tanto, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado esta mañana que los gobiernos de Francia, Alemania, Rumanía, Portugal, Luxemburgo y también España le han transmitido su disponibilidad para acoger a una parte de los inmigrantes rescatados por el Open Arms.

Desde España, fuentes del Gobierno confirmaron su disposición a participar en un «reparto equilibrado» de estas personas y añadieron que el Ejecutivo trabaja con la Comisión Europea (CE) y otros países miembros de la UE para lograr una solución común, «europea, ordenada y solidaria».

Por su parte, el fundador de Proactiva Open Arms, Óscar Camps, ha reclamado al Ejecutivo que España lidere un eje junto a Francia y Alemania que dé un giro de timón a la política migratoria europea en el Mediterráneo.

Y ha confiado en que este caso y el del «Ocean Viking», la nave de Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranée que también espera un puerto seguro en el Mediterráneo con 356 inmigrantes a bordo, se convierta en un punto de inflexión para que la situación cambie porque, ha recordado, solo en la última legislatura europa han muerto en el mar 14.000 personas.