La Corte Penal Internacional (CPI) absolvió en apelación este viernes al exvicepresidente congoleño Jean-Pierre Bemba, condenado a 18 años de cárcel en primera instancia por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en República Centroafricana.

La decisión histórica de la Cámara de Apelaciones de tumbar la pena de cárcel más larga jamás impuesta por la CPI, jurisdicción creada en 2002 para juzgar los peores crímenes cometidos en el mundo, suscitó fuertes emociones en la tribuna pública de la sala de audiencia.

La Cámara de Apelaciones «anula la declaración de culpabilidad de Jean-Pierre Bemba» y «pronuncia la absolución del acusado ya que graves errores cometidos por la Cámara de Primera Instancia hacen desaparecer completamente su responsabilidad penal», declaró la jueza Christine van den Wyngaert.

Jean-Pierre Bemba, de 55 años, sigue sin embargo detenido, en vistas a otro caso en el que fue declarado culpable por sobornar a testigos. La Cámara de Primera Instancia a cargo de este segundo caso se reunirá el martes «para discutir si se mantiene detenido a Bemba por su condena por daños a la administración de la justicia», dijo la CPI en un comunicado.

«El hecho que Bemba no haya sido puesto en libertad hoy (viernes) es inaceptable, inmoral y quizás incluso ilegal», declaró el abogado de Bemba, Peter Haynes. El exvicepresidente congoleño, vestido con un traje azul oscuro, escuchó impasible el nuevo veredicto.

Jean-Pierre Bemba, rico empresario convertido en un señor de la guerra, fue condenado en primera instancia en 2016 a 18 años de cárcel por los crímenes de guerra cometidos por su milicia, el Movimiento de Liberación del Congo (MLC), en la República Centroafricana (RCA) entre octubre de 2002 y marzo de 2003.

«La Cámara de Apelación concluyó, por mayoría, que Bemba no puede considerarse responsable penalmente de los crímenes cometidos por las tropas del MLC durante la operación efectuada en RCA y que tiene que ser absuelto», agregó Van den Wyngaert.

Los jueces estimaron que el otrora jefe de guerra, quien no estaba presente en República Centroafricana en el momento de los hechos, no pudo controlar las acciones de la MLC a distancia.

Gritos de alegría en Kinshasa

«Aunque respetamos esta decisión, la calificamos de lamentable y problemática», declaró la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda.

«Con este fallo, la CPI parece decir a los jefes de guerra: mientras no estén en el lugar, dejen a sus tropas cometer los peores crímenes y las peores abominaciones», exclamó Karine Bonneau, de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).

«Veinte años después de su creación, ¿la CPI se acaba de auto-sabotear?», se preguntó.

En Kinshasa, en cambio, el veredicto de inocencia de Jean-Pierre Bemba fue acogido con gritos de alegría entre sus seguidores.

«Lloro de alegría. Jean-Pierre Bemba era un hombre muerto. Acaba de resucitar», declaró uno de ellos, congregado junto a otros cientos frente a la sede de la MLC, las milicias que se convirtieron en el partido político de Bemba.