Los cuerpos en descomposición de al menos 25 migrantes muertos ahogados intentando alcanzar las costas europeas fueron descubiertos este martes en el litoral libio cerca de Trípoli, según la Media Luna Roja libia.

La mayoría de los cadáveres se encontraban entre las rocas, cerca de los suburbios de Tajura, al este de la capital, según un fotógrafo de la AFP en el lugar. Otros estaban diseminados por la playa.

El buen tiempo favorece las salidas masivas de los migrantes para llegar a Europa desde las costas libias, arriesgando su vida en la travesía del Mediterráneo.

Las autoridades italianas indicaron el martes que más de 8.000 migrantes fueron rescatados en estas últimas 48 horas en el Mediterráneo, a lo largo de las costas libias.

Los guardacostas libios socorrieron el martes por la mañana a 147 personas, entre ellas 19 mujeres y cuatro niños, a ocho millas frente a la ciudad de Sabratha (oeste).

La mayoría son jóvenes de Camerún, Sudán, Senegal y Malí, precisó el portavoz de la marina libia, el general Ayoub Kacem.

Fueron encontrados hacinados en una lancha neumática, según un periodista de la AFP que acompañaba a los equipos de rescate.

En el puerto de Zawiya, fueron trasladados en camiones hasta el centro de retención de la ciudad.

Un mujer con un bebé de meses en los brazos rompió a llorar mientras se dirigía al camión, tras ver como el dinero que dio a los traficantes de personas y su sueño de llegar a Europa se esfumaban en pocas horas.

El portavoz de la marina libia informó asimismo que varias embarcaciones de migrantes fueron localizadas el martes frente a Libia, junto a la presencia de al menos seis barcos de oenegés «que pretendían efectuar operaciones de rescate».

Uno de estos navíos entre en aguas libias, antes de ser obligado por la guardia costera a abandonar la zona, agregó este responsable, que suele acusar a las oenegés de «complicidad» con los traficantes.

Según las cifras del ministerio italiano del Interior, más de 73.300 migrantes llegaron a Italia desde principios de año.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 2.000 personas perdieron la vida o desaparecieron desde el inicio del año intentando cruzar el Mediterráneo.