El papa Francisco afirmó este miércoles que la Iglesia no quiere donaciones de «dinero sucio» que provengan del beneficio obtenido por explotar a trabajadores o pagarles mal, durante la audiencia general que celebró en la Plaza de San Pedro.

Francisco se refirió a «aquellos benefactores de la Iglesia que llegan con su oferta, pero que ésta es fruto de la sangre de mucha gente explotada, maltratada y esclavizada con trabajo mal pagado».

El pontífice se había referido durante la audiencia a una frase del profeta Isaías en la que este dice que «Dios no quería sangre de toros o corderos», «ni la oferta realizada con las manos manchadas con la sangre de los otros hermanos».

A estos, dijo el papa argentino, «les digo que se lleven ese cheque. ¡Quema tu cheque!».

«El pueblo de Dios no necesita dinero sucio sino corazones abiertos a la misericordia», agregó.