El presidente de los socialdemócratas alemanes abogó este jueves por abrir negociaciones para formar gobierno con la líder conservadora Angela Merkel, aunque con condiciones firmes, en particular respecto a las reformas en Europa.

«No tenemos que gobernar a cualquier precio. Pero tampoco tenemos que rehusarnos a gobernar a cualquier precio» dijo Martin Schulz, ex presidente del Parlamento Europeo, ante 600 delegados reunidos durante tres días en Berlin.

«Lo que es decisivo es que podemos imponer» parte del programa electoral socialdemócrata, destacó Schulz, para intentar atraer los escépticos del partido.

Unos 600 delegados del SPD reunidos en congreso en Berlín deben decidir si se abren esas negociaciones exploratorias con los conservadores, que buscan aliados para formar gobierno y sacar a Alemania del actual callejón sin salida.

Desde que abandonó la presidencia del Europarlamento, Schulz se mostró partidario de una ruptura con la canciller.

Desde las legislativas de septiembre y aún más desde el fracaso de Merkel en formar una coalición con los liberales y los verdes, la socialdemocracia duda en reconducir la alianza saliente con la canciller, apoyar desde el exterior un gobierno conservador minoritario u oponerse y provocando así comicios anticipados.

Los debates del jueves se anuncian movidos dado que el partido más viejo de Alemania está hundido en una crisis de identidad desde los resultados de las legislativas, históricamente bajos.

En las filas del SPD muchos son los que quieren una cura de oposición, en particular entre los jóvenes que rechazan una tercera gran coalición liderada por Merkel, como las de 2005-2009 y 2013-2017.

La dirección del partido decidió, sin gran entusiasmo, discutir para evaluar qué forma podría tomar una cooperación con los conservadores.

En el fondo «nadie quiere realmente una nueva ‘gran coalición'», resume uno de los cuadros del partido, Johannes Kahrs. «Pero en la situación actual se trata de asumir nuestras responsabilidades, lo que significa que al menos debemos discutir».

Si los delegados rechazan el jueves iniciar un diálogo, Merkel estará obligada a formar un gobierno minoritario o convocar elecciones anticipadas, por primera vez desde que se creó la República Federal luego de la guerra.

Según los sondeos, la organización de nuevos comicios sería provechoso únicamente al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Esta formación logró un resultado histórico de 13% en septiembre, atomizando la composición de la cámara de diputados lo que dificulta hallar mayoría.

Si el SPD decide iniciar discusiones con la CDU y su aliado bávaro CSU, la formación de un cuarto gobierno dirigido por Angela Merkel debería tomar meses.

Según una de las figuras del SPD, el alcalde de Hamburgo (norte), Olaf Scholz, no debería alcanzarse «antes de la primavera».

El eventual resultado de negociaciones sería sometido a un voto de los militantes, con resultado incierto.

Según un sondeo del semanario Der Spiegel, 56,5% de los militantes del SPD se pronuncian a favor de apoyar un gobierno minoritario y sólo 27,9% quiere una nueva gran coalición.

El SPD también fijó los temas que considera esenciales para participar o apoyar un gobierno de Merkel, en primer lugar una gran reforma de la Unión Europea (UE) para que sea más «democrática, solidaria y social».

El SPD apoya activamente las posiciones del presidente francés Emmanuel Macron que quiere crear un presupuesto de la zona euro. Los conservadores se muestran más dubitativos.

También piden una cobertura médica universal para reducir las desigualdades en el país. El tema migratorio también figura entre los puntos disonantes entre conservadores y socialdemócratas.