Fernando Haddad, el candidato socialista a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, afirmó hoy que la Justicia optó por guardar silencio y la prensa se dio por vencida ante la grave denuncia de fraude electoral que surgió contra su rival, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

«Para mi sorpresa, el Tribunal Electoral, que llegó a amenazar con anular las elecciones en caso de que fuesen afectadas por la divulgación de falsas noticias en las redes, guarda ahora un silencio absoluto», afirmó Haddad en un encuentro con ingenieros en Río de Janeiro.

El exministro de Educación hizo referencia a la denuncia hecha el jueves por el diario Folha de Sao Paulo según la cual un grupo de empresarios está financiando ilegalmente una red criminal que envía millones de mensajes mentirosos por Whatsapp que benefician las aspiraciones de Bolsonaro, el favorito a vencer las elecciones.

El ultraderechista, el más votado en la primera vuelta con el 46 % y que lidera los sondeos de intención de voto para la segunda con el 59 %, se medirá en el balotaje el 28 de octubre a Haddad, que obtuvo el 29 % de los votos y tiene el 41 % del favoritismo.

Haddad, el sucesor del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) dijo igualmente que la prensa, que hizo la denuncia inicial contra Bolsonaro, ahora «capituló» y le está restando importancia al asunto.

«La reportera que hizo la denuncia está amenazada porque mi adversario no convive bien con periodismo libre y nosotros ni tenemos periodismo libre, porque en Brasil hay cuatro familias que concentran la prensa», aseguró Haddad tras dar a entender que los medios ahora están tergiversando el asunto.

De acuerdo con el reportaje, algunos empresarios que apoyan a Bolsonaro contrataron firmas especializadas que envían en masa mensajes con informaciones falsas sobre el PT a millones de usuarios de Whatsapp.

Según juristas, esa práctica es ilegal, pues se trata de donación de campaña de empresas, lo que es prohibido por la legislación electoral, y, de ser comprobada, la candidatura de Bolsonaro puede ser inhabilitada por abuso de poder económico y crimen electoral.

El propio jueves tanto el PT como el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) le pidieron al Tribunal Superior Electoral que investigue la denuncia y que declare «inelegible» por ocho años a Bolsonaro en caso de que se comprueben los hechos.

Por su parte, el Partido Democrático Laborista (PDT), que postuló como candidato presidencial a Ciro Gomes, el tercero más votado en la primera vuelta, anunció que pedirá la anulación de la primera vuelta de las elecciones por considerar que el ultraderechista las venció mediante un fraude.

«Estamos en un momento difícil porque la elite brasileña, que buscaba un Macron (el presidente de Francia, Emmanuel Macron), nos entregó un Bolsonaro. Y hay una gran desproporción entre un estadista como Macron, con el que podemos tener divergencias, y una persona que figura entre los perores parlamentarios de la vida republicana de Brasil. Fueron 20 años de salarios con dinero público sin ningún retorno», afirmó.