Desde que Grace Elizalde, una niña mexicana de 8 años, empezó a tomar medicamentos basados en cannabis, sus ataques epilépticos son cada vez más leves. Esta niña, desde hace un poco más de año y medio, se convirtió en el símbolo de la lucha de muchos mexicanos por permitir la legalización total de la marihuana medicinal en su país. Fue la primera persona con acceso legal a este tipo de medicamento en México y el veredicto de sus padres es rotundo: desde que empezó el tratamiento, el 20 de octubre de 2015, no sólo ha mejorado la calidad de vida de la niña sino de toda la familia.

El testimonio de la menor ha cobrado relevancia este martes, en medio de la Asamblea de Naciones Unidas sobre las drogas, cuando el presidente Enrique Peña Nieto mostró su posición respecto al enfoque que debe tener el mundo en la lucha contra las drogas. «El esquema basado esencialmente en el prohibicionismo, la llamada guerra contra las drogas, que inició en los años 70, no han logrado inhibir la producción, el tráfico, ni el consumo de drogas en el mundo», señaló Peña Nieto desde Nueva York, añadiendo que «como presidente de México, en esta sesión especial doy voz a quienes ahí expresaron la necesidad de actualizar el marco normativo, para autorizar el uso de la marihuana con fines médicos y científicos».

La familia Elizalde señaló, en entrevista con El País, que ciertamente la apertura de Peña Nieto a la legalización de la marihuana supone un alivio a sus esperanzas de que el Gobierno mexicano “acelere” – el uso de medicamentos elaborados con marihuana. “Creemos que todo esto va ha servir”, agregan.

«La reacción de Grace ha sido muy buena. Desde que empezó con el medicamento nos dimos cuenta que puede dormir toda la noche, prácticamente sus crisis epilépticas nocturnas desaparecieron», contaba a la AFP el padre de la niña Raúl Elizalde Garzade.

Grace padece el síndrome de Lennox-Gastaut, una variante de epilepsia infantil que se caracteriza por convulsiones frecuentes -de hasta 400 al día-, discapacidad intelectual y problemas conductuales.

Desesperados por el sufrimiento de la pequeña, los padres de Grace emprendieron una dura batalla legal que ganaron en agosto de 2015 y que obliga a las autoridades sanitarias mexicanas a garantizarles la obtención de cannabidiol (CBD), un aceite terapéutico para reducir los ataques de su hija.

Su caso es una excepción dentro de las leyes prohibicionistas mexicanas, pero su historia ya despertó las esperanzas entre familias que padecen casos similares y también lo ha hecho las declaraciones de Peña Nieto. ¿Qué tan cerca esta grace de poder haber sido la niña que impulsó la autorización del cultivo y consumo medicina, y por qué no, recreativo de la planta?