Hace ya más de un año que resultaba evidente que Lady Gaga se traía algo entre manos, en concreto desde que en febrero de 2018 registrara como marca el nombre Haus Laboratories, lo que apuntaba a que planeaba crear una nueva rama dentro del equipo de creativos de distintas disciplinas que ha reunido bajo el paraguas de Haus of Gaga.

La noticia por fin es oficial: la actriz y cantante lanzará este próximo mes de septiembre su primera colección de maquillaje en una colaboración exclusiva con el gigante de la venta online Amazon.

De esta forma, ella se ha convertido en la última en una larga lista de celebridades que han decidido utilizar su nombre y la promesa de poder recrear su imagen como reclamo comercial, una fórmula que Kylie Jenner ha elevado a la categoría de arte para construir un imperio cosmético.

Sin embargo, su marca, como ella misma ha explicado en una entrevista al medio especializado Business of Fashion, aspira a convertirse en la antítesis del mundo perfecto a golpe de filtros que representan las redes sociales y del que Kylie es de alguna manera el mayor exponente.

«Lo último que necesita este mundo es otra gama de maquillaje, cierto, pero me parece una pena», apunta Gaga en uno de los vIdeos promocionales.

«Dicen que la belleza está en los ojos del que mira, pero en Haus Laboratories creemos que la belleza se encuentra en la forma en que nos vemos a nosotros mismos: en tu manera de expresarte, en tu forma de arreglarte, en tu arte. Queremos que te quieras a ti mismo. Nuestra casa, nuestras reglas», dice la artista. 

Esta especie de manifiesto viene a confirmar que la cantante -esa chica que siempre se sintió un patito feo de niña y solo aprendió a quererse al convertirse en la transgresora Lady Gaga- planea romper una vez más con los cánones de belleza establecidos y ayudar a sus fans a ver a la persona que siempre han deseado ser cuando se miren al espejo.

Las herramientas que les entregará para conseguirlo serán unos kits que incluirán brillo de labios, delineadores, sombras de ojos en barra y, sobre todo, mucho color y la posibilidad de usar esos productos de distintas maneras para sacarles el mayor partido posible. Y todo por un precio de 49 dólares.