Una madrugada con cerca de medio centenar de cohetes y proyectiles lanzados por Hamás contra Israel y 25 bombardeos israelíes en la Franja palestina ha vuelto a subir la tensión en Gaza y sus alrededores en una escalada que se calmó a lo largo de la mañana. Ayer, miles de israelíes se vieron obligados a dormir en los refugios antiaéreos en las comunidades cercanas al enclave costero palestino, donde las alarmas saltaron en varias ocasiones durante la madrugada en los consejos regionales de Eshkol, Shaar HaNegev, Lakhish y Hof Ashkelon y la zona industrial de Ashkelon.

Tres proyectiles cayeron en zonas pobladas, uno de ellos impactó contra una vivienda cuyos ocupantes habían corrido al refugio, otro muy cerca de una guardería y hubo varios vehículos dañados, mientras que siete fueron interceptados por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro. Un portavoz del brazo armado de Hamás, las milicias de Azedín al Kasam, reclamó esta mañana en un comunicado la autoría de 48 lanzamientos, que aseguró, fueron en respuesta a los ataques contra instalaciones militares del grupo.

En la Franja, los bombardeos aéreos contra objetivos militares de Hamás a lo largo y ancho del territorio causaron tres heridos leves, dos de ellos policías y un civil, informaron fuentes del Ministerio de Sanidad palestino.

La situación se calmó a partir de las seis de la madrugada, hasta alrededor del mediodía, cuando se registró otro incidente en el que un dron israelí disparó contra un grupo de jóvenes palestinos que lanzaban cometas y globos incendiarios hacia Israel desde el este del campo de refugiados de Al Bureij, informaron medios gazatíes.

En los últimos tres meses los palestinos han provocado cientos de fuegos en territorio israelí con esta técnica rudimentaria, en la que enganchan latas con material inflamable o cócteles molotov en cometas, globos e incluso condones hinchados con helio destinado a usos médicos para que pasen la frontera y causen estragos.

Así, han arrasado 25.000 hectáreas de terreno y campos de cultivo, y causado la muerte por asfixia a más de mil pavos de una granja cercana. Ayer mismo se registraron en solo una jornada una veintena de incendios provocados de este modo, según datos del Ejército israelí.

La situación ha obligado a convocar a fuerzas de la reserva para destacarlas en la zona en apoyo a los servicios de bomberos, y estos han trasladado a la región a la mayoría de recursos disponibles en el oeste del Neguev.

«Los civiles israelíes pasaron otra noche en los refugios, esto es otro eslabón en la cadena de terror de Hamás que empezó el 30 de marzo y no ha acabado hasta hoy», denunció el portavoz militar teniente coronel Jonathan Conricuss a un grupo de periodistas, entre ellos Efe.

Los ataques con proyectiles afectaron a una zona en la que residen unos 200.000 israelíes, explicó y señaló que Hamás opera contra Israel con varias estrategias: «primero los túneles de terror para infiltrarse en el país, luego con revueltas para penetrar en Israel, ataques a las tropas en la frontera y numerosos intentos de sabotear la infraestructura de defensa».

«Además de esto, Hamás ha lanzado cohetes contra civiles israelíes, afortunadamente sin provocar víctimas» e incita al lanzamiento «las cometas y globos incendiarios, que pueden parecer un juguete pero son armas destinadas a matar y causar daños, y que han provocado gran destrucción con incendios» dijo Conricus, que advirtió que Israel no tolerará que las agresiones continúen.

Israel y las milicias de Gaza mantienen una débil tregua desde 2014, en riesgo en los últimos meses por los enfrentamientos y agresiones que se producen desde que se inició la Gran Marcha del Retorno el 30 de marzo, periodo en el que han muerto más de 130 palestinos por fuego israelí en manifestaciones populares, intentos de infiltración y ataques contra la valla divisoria.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, consciente de la situación, aseguró: «Estamos preparados para cualquier escenario y nuestros enemigos harían bien en entenderlo». De esta forma, advirtió sobre su intención de intensificar las ofensivas si siguen recibiendo ataques.