Este martes 13 de agosto miles de mujeres del campo, de la floresta y de las aguas de todo Brasil y de 26 países llegarán a Brasilia para participar en la mayor marcha conformada por mujeres en América Latina: la Marcha de las Margaridas.

La sexta marcha de las margaritas está siendo coordinada por la Confederación Nacional de los Trabajadores Rurales Agricultores y Agricultoras Familiares (Contag), sus 27 federaciones y más de 4.000 sindicatos de los trabajadores y trabajadoras rurales de Brasil, con el apoyo de 16 organizaciones sociales, entre movimientos de mujeres trabajadoras, centrales sindicales y organizaciones internacionales.

Este año las “Margaridas”, aproximadamente 100.000 mujeres, provenientes de varias partes del mundo, marcharán bajo el lema: “Por un Brasil con soberanía popular, democracia, justicia, igualdad y libre de violencia”. Basta mirar alrededor para verificar que esta lucha no es solo de las “Margaridas” brasileñas, sino de lugares cercanos y lejanos, que han ignorado sus derechos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a pesar de que las mujeres rurales son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos a escala mundial, son las que en gran medida erradican el hambre, preservan la biodiversidad, rescatan tradiciones agroecológicas y garantizan la soberanía y seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, continúan viviendo en un contexto de desigualdad social, política y económica.

Esta marcada desigualdad se refleja en el acceso y la propiedad de la tierra: solamente el 30 % son dueñas formales de sus tierras, 10 % consiguen tener acceso a créditos y 5 % a la asistencia técnica, y apenas el 18 % de las explotaciones agrícolas en América Latina y el Caribe son manejadas por ellas.

El movimiento de las “Margaridas” nació en el año 2000 y su nombre hace un homenaje a la sindicalista y defensora de derechos humanos María Margarida Alves, de Alagoa Grande, estado de Paraíba, Brasil. Margarida fue una mujer valiente y osada que en plena dictadura militar luchó por los derechos básicos de los trabajadores. Su militancia contrariaba los intereses de los grandes propietarios de tierra de la región. El 12 de agosto de 1983, Margarida fue asesinada.

La Marcha oficial de las Margaridas: 2.003 razones para marchar por tierra, agua, salario digno, salud y contra la violencia, hace un llamado a cambiar el país: “Mira, Brasilia está florida. Están llegando las decididas. Es el querer, el querer de las Margaridas. Agua limpia para beber. Salud antes de enfermar. Tierra limpia para plantar. Hambre de todos calmar”.

Como las otras marchas, la sexta tiene un carácter de denuncia, movilización, proposición y negociación. Desde 2000, las “Margaridas” tuvieron significativas conquistas: la titulación conjunta de hombres y mujeres obligatoria, el Programa Nacional de Documentación de la Mujer Trabajadora Rural, la creación de un Grupo de Trabajo sobre Género y Crédito, la creación del Proyecto de Multiplicadoras (es) en Género, Salud y Derechos Sexuales Reproductivos, la creación de un proceso de reestructuración del Grupo de Tierra responsable de la construcción de la política de salud para la población del campo y creación de la Coordinación de la educación del campo en el Ministerio de la Educación.

Sin sombra de dudas, Margarida no murió, pues el 13 de agosto todos somos Margaridas.

Profesora de la Universidad Externado de Colombia.