El mundo sigue conmovido con la historia de un pequeño pez dorado que logró volver a nadar gracias a la ayuda de un empleado de un acuario.

Todo comenzó cuando la dueña del pez dorado notó que tenía dificultades para nadar, por lo que decidió llevarlo a un acuario local, en San Antonio, Texas (EE.UU). El gerente del local, Derek Burnett, un hombre de 36 años, atendió el caso.

Con materiales amigables, Dereck le construyó un artefacto para que pudiera recuperar la flotabilidad que había perdido el pez debido a un defecto que tenía en su vejiga natatoria.

Dereck cuenta que le construyó una especie de silla de ruedas con algunas válvulas y otros elementos con flotabilidad. El resultado fue el que esperaban pues el pez pudo volver a nadar.

La historia se conoció gracias a que la youtuber Taylor Dean subió un video en el que se mostraba cómo Derek le colocaba el artefacto. “Mi amigo Derek le construyó una silla de ruedas a un pez”, indicó la influenciadora.

No es la primera vez que se conoce un caso así, en 2015 otro joven en Estados Unidos también saltó a la fama por construirle una silla de ruedas a su pez que no podía mover las aletas.