El diario inédito y clandestino de Leopoldo López, quien acaba de cumplir dos años preso en la cárcel de Ramo Verde, salió a la venta ayer. Preso pero libre (Editorial Península) reúne notas sueltas, apuntes y dibujos que pudieron sortear los barrotes de la prisión militar. Conversaciones con otros prisioneros, la huelga de hambre, las jornadas de soledad o reflexiones diarias conforman este testimonio escrito. No podían quedar por fuera del diario los obstáculos que ha tenido que atravesar su mujer, Lilian Tintori, quien se convirtió en la embajadora de la causa de su esposo.

¿Cuando fue la última vez que vio a Leopoldo? ¿Qué le dijo?

El domingo pasado en la cárcel de Ramo Verde. Lo vi optimista, lleno de energía. Me dijo que está orgulloso del pueblo de Venezuela, de todo este proceso que empezó el 6 de diciembre, con el triunfo en las urnas. Ve que todos estos esfuerzos están finalmente cobrando forma. Me dijo que está orgulloso de sus hermanos de la Unidad Democrática de Venezuela quienes se han unido a su proyecto político: la salida constitucional de Maduro.

Desde la Asamblea Nacional se habla insistentemente de la salida democrática de Maduro y en los últimos días cobran más fuerza los rumores de una posible renuncia. ¿Cree que esto pueda ocurrir?

En el país hay una tensa calma. En lo que nosotros nos enfocamos, por ahora, es que sea cual sea el mecanismo que se dé para el cambio de gobierno como la renuncia del presidente –una herramienta que está dentro de la constitución así como la revocatoria, la enmienda o la constituyente– todo el proceso se debe dar de forma absolutamente pacífica para el bien de Venezuela.

La semana pasada la Asamblea Nacional aprobó en primer debate la Ley de Amnistía para los presos políticos del país. El gobierno Maduro ya anunció que la iba a bloquear. Entonces, ¿cuál es la estrategia a seguir?

Que el gobierno diga abiertamente que la va a bloquear es algo muy grave. Esa declaración pública evidencia lo que Leopoldo ha denunciado desde hace años y es que en Venezuela no hay autonomía de poderes públicos. El ejecutivo con una orden pasa por encima de cualquiera, de la Constitución y de las leyes. Esto es muy grave. Si el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), organismo judicial manipulado por Maduro, bloquea la ley tendremos una razón más para que el país y la Asamblea unan todas sus fuerzas para buscar el cambio político en Venezuela.

¿De qué manera puede llegar ese cambio político en Venezuela?

La solución y el camino planteado por la Unidad Democrática es el cambio desde la Asamblea Nacional, a través de la Constitución. Ese el proyecto político que Leopoldo planteó desde hace dos años. Hay una responsabilidad total por hacer las cosas bien frente a esta crisis tan aguda.

¿Cree que ha habido silencio por parte de la comunidad internacional sobre la situación de Venezuela?

Seguimos en constante campaña para que los líderes del mundo principalmente de Iberoamérica y en especial de Colombia, se pronuncien contundentemente y pidan que cesen la represión, los encarcelamientos políticos y la crisis humanitaria de Venezuela. Y hemos avanzado, hoy gran parte del mundo sabe que en nuestro país no hay democracia, que hay decenas de prisioneros políticos en las cárceles por el simple hecho de pensar distinto.

¿Usted tiene aspiraciones presidenciales?

No. Yo no soy política, el político es Leopoldo. Mi esposo sí quiere ser presidente y está preparado para eso. Su proyecto político, “La mejor Venezuela”, ha sido trazado durante años; en estos dos últimos en la cárcel lo ha refinado, estudiado y profundizado. Leopoldo está listo para rescatar la democracia. Está listo para comandar Venezuela.

¿Cree que su marido será el próximo presidente de Venezuela?

Eso no lo decido yo, lo decide la gente de Venezuela votando. Esa es la democracia. Será el pueblo quien decida donde quiere a Leopoldo.

En Colombia se adelanta el proceso de paz, en el cual Maduro tuvo un papel clave. ¿Cree que un cambio político en Venezuela pueda cambiar ese apoyo?

La paz en Colombia se va a dar y siempre se lo hemos expresado al gobierno colombiano. Esa paz será completa cuando haya paz y democracia en Venezuela. Somos vecinos y compartimos una frontera, hoy víctima de violaciones de derechos humanos. Es clave el compromiso del liderazgo de los dos países para la paz en Colombia. Deseamos que se logre lo más pronto posible.

¿Qué tan importante es para la reconstrucción de Venezuela una comisión de la verdad?

No necesitamos esperar el cambio de gobierno para comenzar con la comisión de la verdad, lo ideal sería tenerla ya. Necesitamos conocer la realidad sobre quién se robó y se llevó la plata de los venezolanos, por qué Pdvsa, la petrolera del país, está en el piso. Quién está detrás de toda la gente asesinada y encarcelada… Han sido 17 años en los cuales este gobierno ha destrozado este país.

Usted se ha convertido en la defensora venezolana de los presos políticos más conocida a nivel internacional, pero también es madre y ama de casa. ¿Cómo enfrenta usted un día compras en Venezuela?

Es terrible, de siete a nueve horas en una cola cuando hay el producto. Las mujeres tienen que pelearse por un kilo de arroz o una libra de carne o pollo en los automercados. Esto ha traído violencia a las calles, es algo muy triste. La canasta básica familiar en Venezuela está alrededor de los 139 dólares y lo que gana una familia promedio hoy en nuestro país son escasos 35 dólares. Es decir, que a nadie le alcanza el dinero. Hay hambre en Venezuela. Tenemos 180 % de inflación, no se consiguen alimentos, tampoco medicinas básicas para nuestros niños. Estamos en una crisis profunda.

¿Cómo ha conciliado el miedo sobre su vida y la de sus hijos en estos dos años sin su esposo?

Con mucha fe y fuerza, trato de estar muy pendiente de todos mis pasos. Llevo dos años sin dormir, han destrozado nuestra paz familiar. Como lo dije abiertamente esta semana: si algo me pasa a mí o a Leopoldo, responsabilizo directamente a Nicolás Maduro. A pesar de todo esto tan difícil, sé que mi hija Manuela, de seis años, y mi hijo Leopoldo, de dos, estarán orgullos de su mamá y de su papá, porque no han dejado de luchar un solo día por la libertad de un país entero.