Al menos tres palestinos murieron este viernes en enfrentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este entre las fuerzas israelíes y los manifestantes, que protestan por las nuevas medidas de seguridad para acceder a la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar santo del islam.

«Un palestino murió por disparos en el corazón», dijo el Ministerio de Sanidad palestino, explicando que el incidente tuvo lugar en Abu Dis, en la Cisjordania ocupada. 

Poco antes, la misma fuente anunció la muerte de otras dos personas en circunstancias similares, una en el barrio de Ras al Amud (cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén) y otra en la zona de A-Tur (Jerusalén Este).

Por su parte, la Media Luna Roja palestina indicó que hubo 391 heridos en Jerusalén y Cisjordania mientras la policía israelí anunció un total de 29 arrestos en las dos zonas.

La policía israelí prohibió este viernes a los hombres menores de 50 años acceder a la Ciudad Vieja de Jerusalén y a la Explanada de las Mezquitas, impidiendo que participaran en la oración musulmana del viernes en un contexto de fuerte tensión por este lugar venerado.

En respuesta, el presidente palestino, Mahmud Abas, anunció haber «congelado» los contactos con Israel hasta que no se levanten tales medidas.

«En nombre de la dirección palestina anuncio (…) un congelamiento de todos los contactos con el Estado ocupante a todos niveles hasta que Israel se comprometa a anular todas las medidas contra nuestro pueblo palestino en general y en Jerusalén y en la mezquita Al Aqsa en particular», declaró Abas a los periodistas.

Durante el día, centenares de personas decidieron protestar no entrando y rezando en la calle, a las puertas de la Ciudad Vieja.

Cuando un grupo de varias personas, incluyendo líderes musulmanes, empezó a caminar hacia la entrada, la policía les impidió entrar apelando a la prohibición y lanzó también gases lacrimógenos, a lo que algunos palestinos respondieron lanzando piedras y otros objetos.

La explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la Cúpula de la Roca y la mezquita Al Aqsa, está situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el sector palestino de la ciudad santa cuya anexión por Israel nunca fue reconocida por la comunidad internacional.

Los palestinos denuncian desde el domingo la instalación de detectores de metal en las entradas al lugar santo, una decisión de Israel tras un ataque contra policías israelíes el 14 de julio.

Esta medida aumenta el temor de los palestinos de que Israel tome el control exclusivo del tercer lugar santo del islam, un sitio también venerado por los judíos con el nombre de Monte del Templo.

Pero no solo del lado palestino hay víctimas. Un asaltante entró el viernes en una colonia de Cisjordania ocupada, donde mató a dos civiles israelíes a puñaladas e hirió a otros dos, indicó el ejército en un comunicado.

El atacante se infiltró en una casa de la colonia de Neve Tsuf, al noroeste de Ramala, precisó el ejército, que no aportó más detalles sobre la identidad del asaltante.