La población migrante venezolana en Colombia sigue sufriendo con muchas de las cosas que pasan en el país. La discrimanción, estigmatización, y los discursos de odio en redes mantienen ciertos problemas que impiden que logren llegar a una vida digna. Las protestas son otro de los paisajes en los que se presentan violaciones a sus derechos. Así lo aseguró El Derecho a No Obedecer, un proyecto de la Corporación Otraparte, la Fundación Interpreta, el Observatorio de Migraciones de la Universidad Externado de Colombia, la Clínica Jurídica de Migrantes de la Universidad de los Andes, ColombiaCheck y la Fundación Fraternidad Venezolana.

Según su última investigación, durante las protestas del pasado 21 de noviembre ″se registró la expulsión de 59 migrantes venezolanos por parte de autoridades migratorias y policía nacional. Esos migrantes no se encontraban en manifestaciones o puntos de protesta».

Esto no sería un evento aislado. De hecho, “en un escenario de protesta la vulnerabilidad de migrantes tiende a aumentar. La conversación xenófoba se ve impulsada junto con los actos xenófobos, poniendo en riesgo los derechos fundamentales de los migrantes”, asegura el proyecto.

Serían dos las principales situaciones de vulnerabilidad en la que se ven involucrados los migrantes. La primera son las detenciones arbitrarias, la segunda el trato discriminatorio. El proyecto hace especial énfasis en que todos tenemos los derechos y nuestros derechos, como el debido proceso, no deberían ser vulnerados por nuestra nacionalidad.

“Mucha atención sobre las llamadas ´salidas voluntarias´. Este tipo de medidas estimulan la expulsión de facto de personas migrantes en situación irregular en territorio colombiano, y se pueden constituir en un foco de abuso de autoridad”.

Hace unos meses ya se había advertido lo mal que la pasan los venezolanos que llegan por necesidad al país. Otro de los grandes problemas que viven es la discriminación digital, como lo registró el Barómetro de la Xenofobia, un proyecto que busca sistematizar, analizar, y difundir, como información pública, el análisis de datos recopilados en Twitter, páginas web y medios de comunicación sobre la población migrante en Colombia.

“Nos causa preocupación el alto nivel de polarización política que generan las conversaciones públicas sobre la migración y los migrantes en Colombia en las redes sociales, en particular por las repercusiones que pueden traer consigo para las personas en condición de movilidad humana en Colombia, particularmente los ciudadanos venezolanos”, aseguró en su momento Saruy Tolosa, Coordinador de proyectos de la fundación Friedrich-Ebert en Colombia.

El tema de los discursos de odio en redes sociales no es nuevo. Es un largo y espinoso debate difícil de abordar desde cualquier ámbito, sea político, social, cultural o económico. Lo cierto es que este proyecto, que viene andando desde hace cerca de un año, y que surge como una alianza entre El Derecho a No Obedecer, proyecto de la Corporación Otraparte, el Observatorio sobre Racismo, Xenofobia y Odio de la Fundación Interpreta, el Observatorio de Migraciones de la Universidad Externado de Colombia, Chile, la Friedrich-Ebert-Stiftung en Colombia y Save The Children, es de las primeras herramientas para cuantificar la xenofobia contra el migrante venezolano en Colombia.