La canciller alemana, Ángela Merkel, sufrió fuertes temblores de sus manos y piernas durante una ceremonia oficial este martes en Berlín.

Merkel, de 64 años, se encontraba junto al nuevo presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante un desfile militar en la cancillería de la capital alemana. Mientras sonaban los himnos de Alemania y Ucrania su cuerpo empezó a temblar, por lo que intentó llevar sus brazos hacia adelante para atenuar el malestar.

Las imágenes de la canciller bajo el sol, a 30° centígrados, con signos de debilidad física y sujetándose repetidamente las manos para tratar de calmar el temblor se convirtieron rápidamente en objeto de comentarios en los medios alemanes. Sin embargo, Merkel salió apaciguar las especulaciones.

«Estoy bien, me he bebido al menos tres vasos de agua, que parece que me faltaban, ahora me siento de nuevo bien», dijo la canciller al ser preguntada por esa cuestión en una comparecencia conjunta con Zelenski, posterior al encuentro mantenido en Cancillería.

La líder alemana atribuyó así a un supuesto problema de deshidratación el temblor, mientras dirigía una sonrisa a Zelenski, quien a su vez apuntó, en tono jovial que había visto a la canciller «muy segura».

El fin político de Merkel

Merkel, quien el próximo 17 de julio cumplirá 65 años, llegó al poder en 2005 y fue reelegida para un cuarto mandato tras las elecciones generales del pasado 2017.

El pasado octubre, tras una serie de derrotas de su bloque conservador en comicios regionales, anunció que no optará a un nuevo mandato tras la presente legislatura, que previsiblemente acabará en 2021, y organizó su relevo como líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) tras 18 años al frente del partido.

En diciembre del año pasado fue elegida para la jefatura del partido Annegret Kramp-Karrenbauer, leal a la línea de Merkel, aunque con un perfil más derechista que ésta.

Esta retirada gradual precipitó los rumores de un final abrupto de la legislatura, aunque hasta ahora Merkel ha insistido, cada vez que se le ha preguntado, que su propósito es agotar su mandato.

Asimismo, ha afirmado reiteradamente que, tras retirarse de la Cancillería, no pretenderá asumir ningún otro cargo político, ni a escala alemana o europea.