Comenzaré por el final. Manuel Turizo dijo que en sus inicios en la composición estuvo influenciado por Kaleth Morales. “La Nota Más Linda”. “Mi Guitarra”. “Todo de Cabeza”. “Siete Palabras”. Esta última la recitó.

Diré todo en siete palabras/ te amo más que mi vida entera―. Fue lo último que comentó y lo que primero me timbró.

Con el artista vallenato tiene cosas en común. Ambos nacieron en el Caribe, Kaleth en Valledupar, Manuel en Montería, y ambos son cantautores. La diferencia, más allá del género, es que Kaleth lo escucharon más en Colombia. A Manuel no tanto. Lo escuchan más en otros países.

Aunque no desconoce a su país. Dice que fue la música que escuchó en el Caribe la que lo influenció. “La bachata”. “El merengue”. Esos nombres de sus canciones no son coincidencias. Son los ritmos que lo vieron crecer. Turizo dice que algunas veces compone pensando en la melodía y a veces la melodía se termina imponiendo.

Tiene 23 años y pegó su primera canción a los 17, “Una Lady Como Tú”. Ahora tiene muchos sencillos y tres álbumes. El más reciente se llama “2000″ y la próxima producción será una colaboración con Shakira. En sus inicios pasó por Medellín, ciudad donde está hoy a esperas de su concierto en La Macarena, luego seguirá en Bogotá y luego Puerto Rico.

La portada de tu nuevo álbum es una foto de un bebé. Naciste en el año 2000 y ese es el mismo nombre del disco, supongo que el de la foto eres tú y el álbum un homenaje de ti mismo.

Sí, cuando empecé a guardar las canciones que quería que hiciera parte del álbum, no me quería regir de un solo estilo, quería fluir musicalmente y la influencia involuntaria fue esa música que escuché desde niño. Poco a poco he querido demostrar a la gente que me escucha que yo no soy un solo estilo, no tiene que ser reguetón, pop o balada puede ser cualquier cosa. Es un álbum que tiene muchos estilos diferentes. “2000″ es una biografía musical de Manuel Turizo. Esa foto que dices, donde estoy yo chiquitico, es un recorrido hasta ahora con la música que quedó en mi cerebro.

Hablas de las influencias y creciste en Montería, una ciudad del Caribe, que tiene influencia de musical de todo el Caribe Latino, ¿cuáles te influyeron?

Son muchas influencias. Todo empieza de lo que escuché en mi casa. Mi mamá escuchaba vallenato, salsa, merengue, música tropical. Mi papá escuchaba electrónica, soul, A&B, todo en inglés. Por mi parte, crecí en la época del género urbano, en las fiestas con música pa´ sacar a bailar a las peladitas. Crecí con influencias diferentes y eso es lo que se unifica en este álbum.

En esto días visitaste la Comuna 13 en Medellín, que seguro te recordó tus inicios, ¿cómo fue esa transición de Montería a Medellín?

Cuando comencé mi carrera en Montería no había un estudio y no conocía gente que hiciera música y aquí en Medellín fue donde grabé mis primeras canciones y donde comenzó mi carrera. Viví varios años aquí y fue donde todo se volvió realidad y mi carrera comenzó a coger forma.

Surge la duda de por qué termina siendo Medellín el epicentro del reguetón y no alguna ciudad del Caribe, que tiene más cercanía con Puerto Rico.

Hay mucho talento en el Caribe colombiano, dominicano, puertorriqueño. Nos fluye la música, pero siento que Medellín se volvió fanática del movimiento tanto que Alberto Style, Ñejo & Dalmata, J Alvarez, Nicky Jam (puertorriqueños) se vinieron a vivir aquí. Eso influenció a muchas personas, abrieron estudios, aparecieron compositores, productores, cantantes y eso dio pa’ que fuera el epicentro. Aunque comenzó aquí, ya se ha regado por todo el país.

Quizá también tuvo que ver la escena del rap que se consolidó en los años 80 y 90, escena que no había en Caribe colombiano.

Totalmente. Siento que la primera influencia de música urbana que se generó en el Caribe fue lo caribeño, lo isleño, el afrobeat, el dancehall. Es una rama urbana no tan pegada al reguetón. Tenemos la habilidad de hacer colores muy diferentes en todo el país. En Bogotá está Morat, Yatra, Cali & El Dandee que son más cercanos a la balada. Cada lugar tiene sus influencias muy distintas.

¿Cómo ves esa escena actual del Caribe en el reguetón con artistas como L’omy, Lalo Ebrat o en pasado Jiggy Drama?

Quién sabe si se maneja empresarialmente de una manera distinta o tienen expectativas diferentes. Aunque siento que es cuestión de tiempo. De allá salieron Rayo y Tobi, que fueron uno de los artistas más grandes en Colombia, ahorita mencionaste a Jiggy Drama, que es una bestia y hay infinita cantidad de productores, no solo en el Caribe, sino también en el Chocó. Hay gente talentosísima.

Tus canciones han tenido impacto en países como España o Italia, ¿cuándo haces tus canciones piensas en llegar hasta estos países o es simplemente casualidad?

Siento que es algo que se da orgánico. Cuando hago música no siento que voy a influenciar a otras personas. Soy agradecido con Colombia, pero mira que yo siendo de aquí, es uno de los países que menos escucha a Manuel Turizo. Es muy difícil sentarte y decir que vas a influenciar a cierta zona porque puedas que conectes con otra parte diferente que no estaba en tus planes. Hay que dejar que las cosas vayan pasando.

Grabaste “La Bachata”, luego “El Merengue”, ¿sigue, la salsa o la champeta?

(Risas). En un futuro sí. Me gusta probar cosas diferentes. No me gusta que me cataloguen en ningún género, hago música pa’ todo el mundo. Ahora que dijiste champeta, me encantaría porque me gusta mucho el estilo que tiene. Hay personas que están haciendo cosas duras. El vallenato también. Mira que Kaleth Morales fue uno de los que más me influenció a la hora de componer.