La lista negra de periodistas asesinados en México añadió un nuevo renglón este viernes con el homicidio a balazos de un veterano reportero de la sección policial de un blog en Baja California Sur (noroeste), sumando el cuarto comunicador asesinado en el país desde marzo pasado.

Maximino Rodríguez Palacios «fue atacado a tiros y privado de la vida» cuando llegaba en su vehículo a una tienda acompañado de su esposa, indicó el Colectivo Pericú, el blog de noticias para el que trabajaba el reportero.

La fiscalía estatal confirmó el asesinato del reportero de 71 años «por disparo de arma de fuego».

Agentes de investigación y peritos aseguraron «casquillos percutidos para trasladarlos al laboratorio», indicó la institución en un comunicado.

El asesinato fue perpetrado hacia el mediodía, cuando desconocidos lanzaron desde una camioneta pick up una «descarga de disparos» contra el reportero, aparentemente «con rifles de alto poder», según el Colectivo Pericú.

De acuerdo a los primeros informes, el tiroteo comenzó cuando Rodríguez se estaba estacionando en la zona de discapacitados de la tienda, donde iba a solicitar una silla de ruedas para su esposa, quien tiene problemas de movilidad.

El cuerpo sin vida del periodista quedó en el interior de su automóvil, mientras su esposa resultó ilesa.

En la escena del crimen, acordonada por las autoridades se encontraba el automóvil azul de Rodríguez con los cristales estrellados por numerosos impactos de bala.

«Colectivo Pericú reprueba con toda firmeza este ataque contra un compañero (…) Exigimos a las autoridades su aplicación en la aclaración de este y muchos otros crímenes que siguen impunes y han dejado a familias destrozadas por el dolor», publicó el blog, que se especializa en las noticias del turístico estado de Baja California Sur.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) se encuentra documentando este caso y asegura que se inscribe en un contexto de repunte de violencia y asesinatos en el estado.

Rodríguez llevaba «muchos años como periodista y columnista, y sus declaraciones eran muy fuertes, muy críticas«, comentó a AFP Balbina Flores, representante en México de RSF.

Gremio «de luto»

Marzo fue un mes negro para el periodismo en México. Tres reporteros fueron asesinados y un cuarto sigue reponiéndose tras ser baleado.

Ese mismo mes fue asesinado el escolta que protegía a Julio Omar Gómez, un reportero independiente que también trabaja en Baja California Sur y que pidió el mecanismo gubernamental de protección a periodistas a raíz de un atentado en diciembre.

La semana pasada, un diario del norte del país cerró denunciando la falta de seguridad para ejercer un «periodismo crítico».

«Colectivo Pericú, medio de denuncia ciudadana, está de luto. Sabemos que a partir de hoy nada será igual para nosotros», señaló el blog.

Rodríguez es el último de una larga lista de víctimas en el gremio de la prensa.

Los asesinatos contra periodistas se dispararon en México en 2006, cuando se desató una ola de violencia a raíz del combate militarizado contra el narcotráfico.

A partir de ese año, los asesinatos anuales contra reporteros oscilaban entre tres y diez, pero 2016 registró un récord con 11 periodistas asesinados y más de 400 agresiones contra la prensa, según datos de la ONG Artículo 19.

Desde hace una década, esa organización denuncia que más de la mitad de amenazas a periodistas en México proceden de funcionarios, a lo que se suma una impunidad casi total: 99,75% de casos sin resolver.

Pericú hizo hincapié en que la labor periodística de Rodríguez «siempre fue a la altura de las necesidades informativas de la población únicamente».

«Con valentía, Max Rodríguez junto con sus compañeros, siempre estuvo en primera línea cumpliendo a cabalidad son su labor de transmitir los hechos en tiempo real», comentó.

De acuerdo con la ONG Reporteros Sin Fronteras, México es el tercer país más peligroso para ser periodista luego de Siria y Afganistán, con 102 asesinados desde 2000. A esta cifra se sumaría el asesinato de Rodríguez.