Los médicos que atienden al diputado ultraderechista Jair Bolsonaro desde que fue acuchillado hace un mes en un mitin electoral desaconsejaron hoy que el vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Brasil reinicie su campaña o participe en debates en televisión.

El anuncio fue hecho por los médicos tras someter al candidato a una evaluación este miércoles en su residencia y dejó en duda los debates en televisión para los próximos días que venían siendo negociados por los miembros de las campañas de Bolsonaro y del socialista Fernando Haddad, su rival en la segunda vuelta por la Presidencia el 28 de octubre próximo.

El ultraderechista, quien obtuvo el 46,03 % de los votos el domingo, y el sucesor del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT), quien recibió el 29,28 %, tendrán que dirimir la Presidencia en el balotaje debido a que ninguno de los candidatos obtuvo más de la mitad de los sufragios en la primera vuelta.

De acuerdo con el cardiólogo Leandro Echenique, miembro del equipo médico que cuida del ultraderechista, Bolsonaro se está recuperando satisfactoriamente pero aún necesita de reposo al menos otra semana.

Echenique, en declaraciones que concedió a periodistas tras salir de la residencia de Bolsonaro en el exclusivo barrio de Barra de Tijuca, en la zona oeste de Río de Janeiro, afirmó que los médicos le avisaron al candidato que no está liberado para retomar la campaña.

«Él perdió 15 kilos de masa muscular y aún está débil. Necesita de una dieta de recuperación proteica», afirmó el especialista.

El médico agregó que el jueves de la próxima semana Bolsonaro será sometido a una nueva revisión médica en el hospital de Sao Paulo en que estuvo ingresado por casi un mes y que probablemente en ese momento sí pueda ser liberado para realizar campaña y participar en debates.

Los especialistas admitieron que el candidato puede desatender la recomendación pero recordaron que la semana pasada, cuando le recomendaron que no asistiera al último debate en televisión antes de la primera vuelta, Bolsonaro obedeció a sus médicos.

Pese a que los médicos dijeron entonces que no era recomendable que el diputado participara en un acto en el que tuviera que hablar por más de 15 minutos, a la misma hora en que los demás candidatos participaban del debate el ultraderechista le concedió a otro canal de televisión una entrevista de cerca de media hora.

Antes de la evaluación médica, los miembros de ambas campañas negociaban la posible participación de los dos candidatos en al menos seis debates, entre los cuales uno ya este jueves y otros dos el domingo y el lunes próximo.

Haddad, quien acusa a su rival de huir de los debates para no tener que confrontar sus propuestas, afirmó en un mensaje en Twitter que aceptaría hasta encontrarse con Bolsonaro en una enfermería para poder discutir sus propuestas.

«Vamos hacer una campaña que presente propuestas y mostrar las diferencias entre ambos proyectos. Por eso mi adversario necesita participar en los debates. Estoy dispuesto a ir a una enfermería si es necesario para debatir. Nadie puede ser elegido sin presentar sus propuestas al pueblo», afirmó.

Bolsonaro, un polémico candidato por ser defensor de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones de tinte machista, racista y homófobo, fue sometido a dos cirugías por las graves heridas que sufrió en diversas partes del intestino en el atentado del 6 de septiembre pasado.

Durante la convalecencia y en la semana en que estuvo de reposo en su residencia, Bolsonaro limitó la campaña a las redes sociales, hasta ahora su principal herramienta de campaña.