Funcionarios de inteligencia brasileños identificaron a un grupo que transmite mensajes en portugués sobre la organización Estado Islámico en una aplicación de internet, a menos de dos meses del inicio de los Juegos Olímpicos Rio-2016.

«La Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) confirma la existencia del grupo [en una aplicación de la plataforma de mensajes Telegram] y su forma de acción, contenidos relacionados a ideologías extremistas son traducidos al portugués y reproducidos en esa aplicación de mensajes instantáneos», dijo en un comunicado.

El primero en detectar al grupo fue SITE Intelligence Group, una ONG dedicada a rastrear, analizar e infiltrar redes globales de terrorismo. SITE había alertado que «personas ligadas al Estado Islámico (EI) estarían divulgando en portugués mensajes del EI».

Aunque Brasil nunca ha sufrido un ataque terrorista en su territorio, las alarmas están encendidas para prevenir cualquier amenaza a los Juegos.

De acuerdo con funcionarios de seguridad, el grupo Estado Islámico (EI) encabeza los riesgos, como consecuencia de la larga y cruenta lista de atentados que cometió o inspiró recientemente.

«La apertura de este nuevo frente de difusión de informaciones de adoctrinamiento extremista, dirigido al público de lengua portuguesa, amplía la complejidad del trabajo de hacer frente al terrorismo y representa una facilidad adicional para la radicalización de ciudadanos brasileños», alertó Abin.

Tres días después de los ataques en París que mataron a 130 personas el 13 de noviembre, el yihadista francés Maxime Hauchard de EI, identificado como el verdugo en videos de varias decapitaciones, advirtió en Twitter: «Brasil, eres nuestro próximo objetivo».

Como parte de su mecánica de trabajo, Abin no informa si investiga la actividad de la cuenta o quiénes son sus usuarios.

Rio de Janeiro acogerá del 5 al 21 de agosto los primeros Juegos Olímpicos Sudamérica, un mega-evento deportivo que pondrá todos los ojos sobre la mayor potencia de América Latina.

Brasil atraviesa una enorme turbulencia política que llevó en mayo a la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff mientras es juzgada por adulteración de las cuentas públicas. La sentencia final se definirá probablemente durante los Juegos.

Más de 80.000 efectivos de seguridad -el doble que en los Juegos de Londres-2012- tendrán el desafío de garantizar la seguridad de los 10.500 atletas olímpicos, así como de miles de funcionarios, periodistas y medio millón de turistas extranjeros que desembarcarán en Rio para asistir a las competencias.