Un juez de la corte suprema de Brasil autorizó este lunes la apertura de una investigación sobre la eventual responsabilidad del ministro de Salud, Eduardo Pazuello, en el colapso del sistema sanitario de la ciudad amazónica de Manaos durante la segunda ola de la pandemia de coronavirus.

El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Ricardo Lewandowski determinó que Pazuello sea interrogado por la Policía Federal en los próximos días y fijó un plazo de dos meses para concluir las investigaciones, informó la institución. Concluida esa fase, la Fiscalía General de la República (PGR) decidirá si existen elementos suficientes para pedir el procesamiento del ministro.

La PGR pidió investigar a Pazuello por una supuesta conducta omisiva en la crisis que provocó decenas de muertes por asfixia en los hospitales de la capital del estado de Amazonas, debido al desabastecimiento de oxígeno. El fiscal general, Augusto Aras, cita documentos presentados por el propio Ministerio de Salud, que admitió haber sido alertado de la “inminente falta de oxígeno” por la empresa proveedora el 8 de enero y haber iniciado la distribución de ese insumo “apenas el 12 de enero”.

En Navidad, el ministro ya estaba al tanto del aumento de infecciones por covid-19 en Manaos, pero envió representantes de su cartera a la ciudad amazónica solamente una semana después, añadió el fiscal, que también narra atrasos para iniciar el traslado de pacientes hacia otros estados.

Pazuello tenía el deber legal y la posibilidad de actuar para mitigar los impactos de la crisis y el posible atraso señalado “puede caracterizar omisión pasible de responsabilización civil, administrativa y/o penal”, apuntó Aras en su pedido.

Pazuello, un general de 58 años, es el tercer ministro de Salud del presidente Jair Bolsonaro. Los dos anteriores, médicos de profesión, entraron en colisión con el mandatario ultraderechista, que se opone a las medidas de confinamiento, duda de la utilidad de las máscaras y preconiza el uso de medicamentos sin eficacia comprobada para contener la pandemia que ya dejó más de 217.000 muertos en Brasil.

El gobierno también es criticado por la demora para articular la campaña de vacunación, que comenzó hace apenas una semana. Amazonas, que ya había vivido un colapso en abril y mayo del año pasado, padece una severa segunda ola de la pandemia, que según especialistas puede haberse visto agravada por el surgimiento de una nueva variante local que podría ser más contagiosa.

Los decesos diarios se dispararon desde inicios de este año, superando varias veces la marca de 100 la última semana. La crisis convirtió a Amazonas en el estado brasileño con más muertes acumuladas, proporcionalmente: 174 cada 100.000 habitantes, frente a un promedio nacional de 104.