Su horario era estricto. A las 4:00 a.m. se levantaba todos los días para repartir leche en Cambridgeshire (Inglaterra), una población cercana a Ipswich Town. Nick Pope no tenía más de 12 años y ya realizaba su primer trabajo para ganar dinero extra. Lo hacía solo en verano y en algunos fines de semana, el resto del año estudiaba en el West Suffolk College, donde el sueño de ser futbolista empezó a crecer. Allá tapó sus primeros balones y también marcó sus primeros goles. Antes de que fuera a probarse al Ipswich Town, equipo que lo rechazó cuando tenía 16 años.

Pope creyó que se esfumaban sus sueños de llegar a ser futbolista profesional. Sin embargo, se marchó al Bury Town, un equipo de la séptima categoría del fútbol inglés, y luchó por labrarse un futuro con el balón. Allá demostró sus condiciones y se abriendo camino. En 2011 firmó por el Charlton Athletic y durante varias temporadas fue un nómada. Pasó cedido a varios equipos de divisiones inferiores.

No obstante, sus buenas actuaciones le llevaron a unirse al Burnley in 2016. «En esas ligas piensas que la selección nacional está muy lejos«, recuerda desde el campo de entrenamiento de última generación que la Federación Inglesa (FA) tiene en St. George’s Park, donde Inglaterra se concentra para los dos amistosos de preparación para el Mundial de Rusia contra Holanda el próximo viernes y frente a Italia el martes de la próxima semana.

Pope ni siquiera estaba llamado a ser titular con el Burnley esta temporada, pero la lesión en el hombro de Tom Heaton en septiembre le dio la oportunidad de jugar con regularidad en la Premier. En solo seis meses, Pope ha dejado la portería a cero en 11 de los 27 partidos disputados esta temporada, lo que ha llevado al Burnley a ocupar la séptima posición del campeonato, con 43 puntos, un récord para el modesto club del norte de Inglaterra… y aún quedan ocho partidos para el final del campeonato.

«Es una gran oportunidad, estoy aquí en uno de los mejores momentos de mi vida», dice Pope. «Quiero demostrarme a mí mismo y a mis compañeros que estoy preparado, y obviamente también a mi entrenador», añadió.

A lo largo de su historia, Inglaterra contó con grandes porteros en los torneos internacionales, como Peter Shilton, Gordon Banks o David Seaman, pero a menos de tres meses para la Copa del Mundo de Rusia, el seleccionador Gareth Southgate admitió que «la camiseta con el número 1 está disponible».

De los cuatro arqueros convocados por Southgate para los dos próximos amistosos, Joe Hart, durante años defensor del arco inglés, solo ha jugado uno de los últimos 16 partidos con el West Ham en la Premier League. Los porteros del Everton y del Stoke, Jordan Pickford y Jack Butland, tienen más experiencia, pero el joven Pope es el que está en mejor forma.

Solo el español del Manchester United David de Gea, considerado uno de los mejores porteros del mundo, tiene un mejor porcentaje de paradas que Pope, que tiene un 78% esta temporada. En cambio, Hart es el que tiene peor porcentaje, ya que solo ha parado el 54% de los disparos entre palos que ha recibido esta temporada. «Si tenemos un problema con cualquiera de nuestros porteros, es importante que conozcamos más a Nick y merece estar en el equipo por su estado de forma», dijo Southgate la semana pasada para justificar su convocatoria.

Pero Pope no se contenta con la llamada del seleccionador y aspira a ser el titular en el primer partido mundialista contra Túnez el próximo 18 de junio. «Cada uno lucha por lo suyo. Quiero ser yo (el titular)», dice Pope. «Es un gran honor. Primero, representar a tu país y, después, ir al Mundial». Pope no es el único beneficiado de la extraordinaria temporada del Burnley y el defensa James Tarkowski también ha sido convocado por la selección por primera vez.