El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, que nunca ha comunicado su situación en cuanto a la vacuna contra el covid-19, anunció este martes en las redes sociales que viaja a Melbourne gracias a una “derogación” médica, que le permitiría jugar el Open de Australia, del 17 al 30 de enero.

“Estoy listo para vivir y respirar el tenis en el curso de las semanas de competición que vienen. ¡Gracias a todos por vuestro apoyo! Vamos 2022″, escribió el serbio en su sitio Instagram, para acompañar una foto suya en el aeropuerto con una bolsa de raquetas.

“He pasado un buen tiempo con las personas que amo durante las vacaciones y hoy parto hacia Down Under (Australia) gracias a una derogación”, añadió. La Federación Australiana de Tenis (TA), organizadora del Open de Australia, confirmó que una “derogación médica” había sido otorgada a Djokovic para que pueda jugar el primer gran torneo del año.

“Djokovic pidió una derogación médica que le fue otorgada tras un examen riguroso (a petición suya) implicando a dos grupos diferentes e independientes de expertos médicos”, indica TA en un comunicado publicado pocos minutos después de que el número uno mundial anunciara que viajaba a Australia.

“Novak Djokovic participará en el Open de Australia y está en camino”, insiste el comunicado, refugiándose en el secreto médico para esconder las razones de esta derogación al número uno mundial, que buscará su título 21 de Grand Slam, décimo en Melbourne.

“Protocolos justos e independientes fueron realizados para evaluar las demandas de exenciones médicas para asegurar un Open de Australia 2022 seguro y agradable para todos”, señala el presidente de TA, Craig Tiley, en el comunicado.

Desde hace meses, Djokovic dejaba planear la duda sobre su participación en el primer Grand Slam de 2022, en el que buscará su título 21 de un torneo grande, tras igualar el récord de Roger Federer y Rafael Nadal (20) al ganar Wimbledon el año pasado.

El Open de Australia es su torneo favorito, ya que fue en Melbourne donde el serbio de 35 años ganó su primer título de Grand Slam (2008), y nadie lo ha ganado tantas veces como él (nueve victorias).

Pero desde hace meses, “Nole” dejaba planear la duda sobre su participación en el primer Gran Slam del año, debido a la obligación que tienen los jugadores de vacunarse para entrar en Australia y poder disputar el torneo.

“No sé si voy a ir a Australia, no sé qué pasa. La situación actualmente no es buena”, había declarado al diario serbio Blic en octubre de 2021, rechazando informar sobre si estaba vacunado o no. “Es un asunto privado”.

Tras nuevas declaraciones evasivas sobre su viaje a Australia, su ausencia sin justificación en la ATP Cup, unos días antes de este torneo por equipos organizado en Sídney del 1 al 9 de enero, había aumentado las dudas sobre su participación en el Open de Australia.

Contrario a la vacuna

El número uno mundial se había expresado en abril de 2020 contra la vacunación obligatoria, entonces planteada para permitir la reanudación de los torneos. “Personalmente, no estoy a favor de las vacunas. No me gustaría que alguien me obligue a vacunarme para viajar”, había afirmado “Nole” en una conversación con varios deportistas serbios en su página de Facebook.

El serbio había sido criticado varias semanas después por haber organizado a principios de junio de 2020 en los Balcanes el Adria Tour, un torneo caritativo itinerante sin respetar precauciones sanitarias (estadio lleno sin llevar mascarillas, abrazos entre tenistas en la pista, cenas comunes y visitas a discotecas).

Al término del torneo, Djokovic había dado positivo al Covid-19, así como su compatriota Viktor Troicki, el croata Borna Coric y el búlgaro Grigor Dimitrov.

“Siento profundamente que nuestro torneo haya podido causar tanto daño”, se excusó Djokovic en la época. “Nos equivocamos, era demasiado pronto” para organizar un torneo así, reconoció.

Lo contradictorio de todo este episodio es que varios tenistas profesionales, como Nata Vikhlyantseva, vacunados con Sputnik, no fueron autorizados para jugar en Australia pues la efectividad de esa vacuna no ha sido verificada por las autoridades sanitarias de ese país.