La Policía de la región de Cataluña ha detenido en una localidad próxima a Barcelona a un vigilante de seguridad que contaba con numerosas armas en su domicilio, después de anunciar en WhatsApp su intención de matar al presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.

Ese cuerpo policial confirmó hoy en Twitter la detención de esta persona, considerada un tirador experto, en cuyo domicilio fue hallado «un arsenal de armas».

Fuentes del Ejecutivo aseguraron que la seguridad del gobernante español «en ningún caso se ha visto comprometida»; añadieron que «este tipo de amenazas es una constante», a las que, sin embargo, no hay que acostumbrarse.

El motivo que alegaba para querer matarlo es el proyecto del Gobierno de exhumar los restos del dictador Francisco Franco de su actual tumba en un monumento conocido como Valle de los Caídos, donde fue enterrado cuando falleció, en 1975.

Sánchez pidió hoy «sosiego, serenidad, normalidad y trabajo» tras conocerse el caso públicamente, y agradeció el apoyo y solidaridad recibido, así como el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles.

También la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, calificó de hecho «aislado» este asunto e hizo un llamamiento a la prudencia.

Fuentes del Ministerio del Interior informaron a EFE de que el tirador está en prisión preventiva por orden judicial.

El juez de Barcelona que lo investiga no duda de la «seriedad del propósito» de llevar a cabo el «crimen planeado», para el que recabó información sobre el momento y el lugar.

La Policía fue alertada de las intenciones del sospechoso -detenido el 19 de septiembre- por una dirigente local del partido ultraderechista Vox en Barcelona, que recibió mensajes de aquel pidiéndole apoyo logístico.

Según la Audiencia de Barcelona, existen «indicios suficientes» para atribuirle su participación en un delito de conspiración para cometer atentado contra el jefe del Gobierno, un delito de tenencia ilícita de armas y depósito de armas y explosivos.

El tribunal deja al margen el delito de odio, que también se le atribuía inicialmente, ya que «no cuenta con demasiados indicios».

La información de la detención y encarcelamiento provisional de esta persona, Manuel M.S., de 63 años, fue publicada hoy por el diario digital español Público.

Se trata de un tirador de gran experiencia, capaz de modificar y construir armas cortas o largas, según este diario.

El sospechoso se indignó cuando el Gobierno anunció que trasladaría fuera del Valle de los Caídos los restos de Franco, al que el vigilante admiraba, y empezó a buscar cómplices para acabar con ese «rojo de mierda», en referencia a Sánchez.

La Policía solicitó una orden de registro del domicilio del sospechoso, donde había 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61 y cuatro rifles de alta precisión.

Son armas capaces de acertar un blanco hasta a 1.500 metros de distancia. Además, en su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.

El detenido frecuentaba ambientes ultraderechistas, pero nunca había participado en actos violentos, no tenía antecedentes policiales ni estaba controlado por las fuerzas de seguridad.