Miles de ciudadanos se congregaron este viernes en el centro de Bucarest, por cuarto día consecutivo, para exigir la renovación de la clase política, a la que acusan de corrupta.

Según la agencia Mediafax, alrededor de unas 5.000 personas se concentraron en la emblemática Plaza Universitate de la capital rumana para pedir un gobierno no corrupto, tras la dimisión el miércoles del gabinete del hasta entonces primer ministro Victor Ponta, acusado de varios casos de corrupción.

«Salimos por la libertad en 1989, ahora por la justicia» y «Afuera con la mafia del país» fueron algunos de los lemas de los ciudadanos, que reivindican la dimisión en bloque del Parlamento.

La salida de Ponta del poder no ha aplacado la ira de la población, que pide ahora un «cambio real» en la clase política.

El presidente del país, Klaus Iohannis, prometió este viernes que se acercará al epicentro de las protestas para escuchar las peticiones de los ciudadanos. El jefe del Estado descartó anunciar cuándo acudirá a la manifestación para evitar que ello se convierta en un acontecimiento mediático.

Iohannis dijo que los partidos políticos están dispuestos a aceptar eventualmente un Gobierno tecnócrata que gestione el país hasta las elecciones legislativas de finales de 2016, pero también a adelantar esos comicios.

Las negociaciones sobre este asunto continuarán la próxima semana.