Indonesia se encuentra dentro del “Anillo de Fuego” del Océano Pacífico, donde las placas tectónicas chocan y causan actividad sísmica y volcánica frecuentemente. Esto explica la razón por la cual, en un periodo de 24 horas, se pueden registrar hasta 348 erupciones volcánicas, como fue el caso a principios de octubre.

Pero en 2018, un año en el que los desastres naturales tuvieron un papel protagónico en los titulares de todo el mundo, Indonesia fue uno de los escenarios en donde más se vieron estos casos. Desde enero de este año hasta el 25 de octubre, se registraron 1.999 desastres naturales, según las cifras arrojadas por la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNDP).

A continuación, una lista de algunos de los desastres naturales que sobresalieron en 2018 en Indonesia.

En enero se presentó un sismo de 6,1 grados de magnitud en Bantén, cuyo epicentro fue a 81 kilómetros (50.33 millas) al suroeste de Lebak, en la provincia de Bantén. Una persona perdió la vida en este terremoto.

Otro sismo de 7,6 grados de magnitud dejó grandes daños a la infraestructura a finales de febrero en la provincia de Papua, y solo dos días después, el 28 de febrero, se registró otro de 6,1 grados.

Desde el 5 de agosto y durante los 18 días que le siguieron, se registraron 1.000 actividades sísmicas en la isla de Lombok, causando la muerte de 555 personas, de acuerdo con informes de la BNDP, siendo los más fuertes uno de 7,0 grados de magnitud, seguidos de otro de 6,3 y 6,9.

El 28 de agosto, otro terremoto de 6,2 grados sacudió el sur del país. Según el Servicio Sismológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro del sismo tuvo lugar a 99 kilómetros al sureste de la ciudad de Kupang, a 8,6 kilómetros por debajo de la superficie de la tierra.

Además de los sismos, las fuertes lluvias también generaron grandes pérdidas en Indonesia. En Sumatra la isla más grande del país, las lluvias y deslizamientos causaron la muerte de 22 personas a mediados de octubre.

Uno de los desastres naturales más destacados este 2018 fue el tsunami que siguió al sismo de 7,7 grados de magnitud en la isla de Célebes. Según Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la BNDP, 2.256 personas murieron y 223.751 fueron desplazadas por el tsunami ocurrido el 28 de septiembre.

Durante todo el año se emitieron alertas ante las erupciones de varios volcanes en Indonesia, los que más dieron de que hablar fueron el volcán Sopután y el Anak Krakatoa. En Indonesia hay 130 volcanes activos y la ceniza y el humo de los volcanes se han elevado hasta llegar a los 3.000 metros, como fue el caso de Soputan a mediados de diciembre.

Desde la gran tragedia de Célebes, se habían registrado una gran cantidad de actividades sísmicas. Pero el 22 de diciembre, otro tsunami, causado al parecer por una erupción volcánica, cobró la vida de al menos 429 personas.

Nugroho, declaró en una rueda de prensa que el número de heridos que resultó del tsunami llegó a los 1.485, y agregó que al menos 154 personas siguen desaparecidas y otras 16.082 han sido desplazadas.

La agencia gubernamental también publicó una lista de las propiedades que sufrieron daños por las olas, a saber, 882 unidades de vivienda, 73 alojamientos, 60 puestos y 434 barcos y barcos.

Las regencias de Pandeglang, Serang, South Lampung, Tanggamus y Pesawaran en las provincias de Banten y Lampung fueron las cinco áreas afectadas por el tsunami.

Al ser destinos turísticos de Indonesia, estas zonas contaban con una alta cantidad de turistas en el momento del accidente.

La tragedia en Célebes podría ser la segunda más grande en la historia del archipiélago, después de que un tsunami en 2004 golpeara la isla de Aceh.

El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 golpeó la costa este de Sumatra, provocando un tsunami que acabó con la vida de unas 230.000 personas. Las costas de Sri Lanka, India, Malasia, Indonesia y Tailandia también se vieron afectadas por la tragedia.