El presidente brasileño Jair Bolsonaro desató este martes una polémica al sugerir que una conocida periodista buscó informaciones a cambio de sexo con el empleado de una empresa sospechosa de difundir noticias falsas durante la campaña de las elecciones de 2018, que acabó ganando el ultraderechista.  «Ella quería dar un ‘furo’ a toda costa contra mí», dijo Bolsonaro a la salida de su residencia oficial, usando una palabra (‘furo’) que en portugués significa al mismo tiempo una primicia informativa y un agujero.

«Quería dar el ‘furo’ a cualquier precio contra mí», añadió en tono de burla Bolsonaro, usando una expresión vulgar que alude a ofrecimientos sexuales, ante periodistas y un grupo de seguidores que le esperaban en la puerta de su residencia oficial.

Sus declaraciones, referidas a la periodista Patricia Campos Mello, del diario Folha de S.Paulo, provocaron risas entre sus partidarios. Campos Mello, con varios premios de periodismo en su haber, lleva semanas acosada por «milicias digitales» del bolsonarismo, por una investigación sobre una organización que difundió noticias falsas por Whatsapp contra el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) durante la campaña electoral.

La polémica arrecia desde que la semana pasada, en una comisión parlamentaria que investiga esos asuntos, sin prueba alguna fue acusada por Hans River do Rio Nascimento, un exempleado de una empresa supuestamente responsable de «fake news» que habrían favorecido a Bolsonaro, de intentar «seducirle» y ofrecerle «sexo» a cambio de información sobre el caso.

Folha desmintió esas acusaciones y publicó los mensajes intercambiados por la reportera con su fuente durante la investigación periodística.
La Asociacion Nacional de Periódicos (ANJ por las siglas en portugués) y la Asociación Nacional de Editores de Revistas (ANER) afirmaron este martes que «las insinuaciones del presidente buscan descalificar el libre ejercicio del periodismo y confundir a la opinión pública».

Bolsonaro mantiene desde su llegada al poder en enero de 2019 una situación de permanente tensión con gran parte de los medios brasileños, a los que acusa de intentar desprestigiar sistemáticamente a su gobierno.

Todos los gremios de prensa, incluida la Asociación Nacional de Diarios, que reúne a los editores de los principales periódicos brasileños, han condenado vehementemente esas agresiones y miles de periodistas han firmado manifiestos en defensa de Campos Mello. Uno de ellos fue suscrito por miles de mujeres periodistas, que condenaron el machismo explícito en esas agresiones.

«Nosotras, periodistas y mujeres de diversos medios, repudiamos con vehemencia este ataque, que no es sólo contra Patricia Campos Mello, sino contra todas las mujeres y nuestro derecho a trabajar e informar», dice el texto. «No vamos a admitir que se intente callar a las voces femeninas diseminando mentiras y propagando antiguos y odiosos estigmas de cuño machista», añade el documento