La AIE, que incluye jugadores claves de la economía mundial como Estados Unidos, acordaron este martes la liberación de reservas petroleras por el orden de 60 millones de barriles para reforzar la oferta global en medio de la guerra de Rusia contra Ucrania, según reportó Bloomberg citando fuentes anónimas.

La agencia convocó una reunión de emergencia con sus 31 miembros, todos países que también pertenecen a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para analizar qué medidas se pueden tomar para estabilizar el mercado petrolero, que se encuentra más volátil que de costumbre por cuenta de la invasión a Ucrania.

Este lunes, la cotización del Brent (referencia para países como Colombia) superó los US$100; la semana pasada, el precio de este producto energético superó esta marca, que no alcanzaba desde 2014.

Tras el estallido de la guerra en Ucrania y la subida de los precios del petróleo, y sobre todo del gas, se ha especulado sobre la posibilidad de que sus miembros saquen al mercado una parte de sus reservas estratégicas de crudo para amortiguar la tensión en los mercados.

Mientras se daba esta reunión entre los miembros de la AIE, el precio del Brent subía 6 %, superando los US$106, mientras que del WTI crecía más de 5 %, superando así la barrera de los US$100.

De acuerdo con la información primero reportada por Bloomberg, la mitad de los 60 millones de barriles que serán liberados para estabilizar el mercado provendrán de las reservas estratégicas de Estados Unidos.

Este miércoles se espera una reunión de la OPEP + (que incluye a Rusia) en la que se discutirá un posible incremento en la producción de los grandes productores, aunque no se espera una decisión positiva en este aspecto por el peso de los rusos en el cartel petrolero.

Hasta el momento, la OPEP + se ha comprometido en aumentar su producción colectiva en 400.000 barriles mensuales para alimentar la creciente demanda mundial, fruto de la reactivación de las economías a escala global.

¿Qué sigue para el mercado de energía?

Rusia produce cerca de 40 % del gas que se consume en Europa y, a nivel global, representa 16 % del suministro de este combustible. Además, es el tercer productor de petróleo en el mundo.

Esto explica por qué la comunidad internacional camina con cuidado en el terreno energético. Sin embargo, la decisión de la AIE, según analistas, podría señalar hacia nuevas intensiones de Occidente de cruzar la línea de sanciones hacia los temas petroleros.

Por ejemplo, este martes, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció el veto de las importaciones de petróleo rusas, argumentando que los ingresos de esa industria han ayudado a apuntalar al presidente Vladimir Putin y a los oligarcas rusos para hacer la guerra contra Ucrania.

Trudeau dijo que su país también proveerá a Ucrania de armas antitanque y munición adicional a los precedentes envíos de armas.

“Hoy anunciamos un veto en todas las importaciones de crudo desde Rusia, una industria que ha beneficiado enormemente al presidente Putin y a sus oligarcas”, dijo Trudeau en una rueda de prensa.